El crecimiento en votos del PSC se concentró en las ciudades de más de 10.000 habitantes

El panorama dibujado en las elecciones catalanas del 17 de octubre se parece al que se configuró en el resto de España en las legislativas de 1993, cuando el PP se puso por delante del PSOE en las ciudades y relegó a los socialistas a feudos rurales y localidades medias y pequeñas. Esta es una de las primeras conclusiones que extraen los expertos del PSC que están estudiando los resultados electorales. El sorpasso del PSC sobre CiU se produjo por la combinación de un fuerte crecimiento en las ciudades de más de 10.000 habitantes con un retroceso de CiU en ellas.

Cuantos más habitantes tiene la ciudad, mayor ha sido el aumento del PSC y mayor ha sido también la pérdida de CiU, tanto si se mide en porcentaje como en cifras absolutas de votos. A la inversa, cuanto más pequeña es la localidad, menos ha crecido el PSC y menos ha perdido CiU.El resultado de esta combinación es que el PSC ha ganado a CiU en el bloque formado por las poblaciones de más de 10.000 habitantes, y CiU se ha mantenido como fuerza ampliamente hegemónica en las localidades de menos de 10.000 habitantes. Este proceso es particularmente relevante porque consolida la tendencia apuntada con fuerza ya en las elecciones municipales de junio.

En la ciudad de Barcelona, CiU pasó del 43,50% de los votos obtenido en 1995 al 34,65% conseguido el pasado 17 de octubre, mientras que el PSC pasó del 23,57% de 1995 al 37,56% ahora. Éste es el caso extremo, que coincide con la ciudad más poblada de Cataluña. Se combina un retroceso de 8,86 puntos de CiU con un aumento de 13,99 puntos del PSC, y los nacionalistas ceden el primer puesto que obtenían en las autonómicas en la capital de Cataluña, con lo que esta ciudad tiene de símbolo.

En sentido contrario, CiU pasó del 56,35% al 54,63% en el conjunto formado por las localidades más pequeñas, las que tienen menos de 2.000 habitantes, y perdió 1,72 puntos respecto a 1995. El PSC consiguió en ellas un incremento del 6,18% al pasar del 16,81% de 1995 al 22,99%.

En el bloque de localidades de 2.000 a 10.000 habitantes, CiU tuvo una pérdida global del 1,26% al pasar del 49,23 de 1995 al 47,97%. Los socialistas lograron un aumento del 9,03% en esta franja. Obtuvieron un 29,67% frente al 20,64% que habían recibido en 1995.

El adelantamiento del PSC a CiU se produjo en el bloque formado por las 71 localidades de 10.000 a 50.000 habitantes. CiU había sido la primera fuerza en ellas en 1995, con el 41,25% de los votos, mientras que el PSC se quedaba entonces en el 25,95%. En las elecciones del pasado día 17, en cambio, el PSC creció el 12,77% en estas ciudades, y con el 38,72% de los votos se puso por delante del 38,17% en que quedó CiU, cuya pérdida fue ahí del 3,08%.

Esta distancia se agranda en el conjunto formado por las ciudades de entre 50.000 y 150.000 habitantes, que son 16 en Cataluña. CiU perdió el 3,88% en estas ciudades respecto a 1995, mientras que el PSC ganaba el 13,05%. Para los socialistas representó pasar del 30,64% al 43,70% al tiempo que CiU descendía del 35,73 al 31,85%.

El salto mayor lo dio la candidatura de Pasqual Maragall en las cuatro ciudades de más de 150.000 habitantes (L"Hospitalet, Badalona, Sabadell y Terrassa), en las que desde el 33,16% de 1995 se puso en un 47,24% en 1999. Son 14,08 puntos, que se combinan con una pérdida de 4,72 puntos de CiU, que pasa del 34,24% al 29,51%. Sabadell ha dejado de ser la ciudad en que el PSUC ganaba las municipales, CiU las autonómicas y el PSC las legislativas. Ahora gana siempre el PSC.

Los socialistas creen que estas posiciones son un excelente punto de partida para que en las próximas elecciones el triunfo en votos que ahora han obtenido se acompañe también con el triunfo en escaños. Supone, afirman, que Maragall ha obtenido el respaldo mayoritario de los núcleos más dinámicos y modernos del país, mientras que a Pujol le han apoyado los más inmovilistas.