Garzón embarga a Oubiña un pazo para pagar la multa de la operación Nécora
El juez Baltasar Garzón acordó ayer el embargo de los bienes del narcotraficante Laureano Oubiña y su esposa, Esther Lago, para hacer frente a la multa de 1.280 millones de pesetas que les fue impuesta a cada uno de ellos como autores de un delito contra la Hacienda Pública en la sentencia de la denominada Operación Nécora.Garzón, por ello, embargó el 49% de las acciones de la empresa Comercial Oula, propietaria del Pazo Bayón, de las que son titulares Domingo Ubeira Perado y Margarita Lago García, que son considerados testaferros del matrimonio Oubiña-Lago. El 51% restante ya estaba embargado preventivamente, al figurar un 2% a nombre de Esther Lago y el 49% restante a nombre de Fashion Earrings S.A., sociedad propiedad de ambos condenados.
El magistrado, que confirma como administrador judicial al mismo que ha venido ejerciendo ese puesto en la finca desde 1995, señala que la medida trata de "garantizar la inmediata ejecución de la sentencia y evitar que el patrimonio perteneciente a ambos condenados pueda sufrir quebranto o menoscabo con el objeto de eludir el pago de las multas que tienen pendientes". Ello determina un "interés general" que justifica suficientemente la necesidad de adoptar la medida.
Garzón, siguiendo las argumentaciones del fiscal, que hace suyas, destaca que está acreditado que Domingo Ubeira y Margarita Lago son "meros testaferros o instrumentales propietarios para ocultar la propiedad real y única existente que corresponde a los dos condenados". El juez llega a esa conclusión después de constatar que "el dinero invertido en la adquisición del 49% de Comercial Oula, lo entrega Fashion Earrings S.A. [sociedad instrumental o de fachada de Laureano Oubiña y Esther Lago, como estableció la sentencia de la Audiencia Nacional dictada en esta causa] como consecuencia de la venta de los derechos de suscripción preferente de la ampliación del capital de Comercial Oula a aquella sociedad".
"Puede afirmarse", dice el auto, "que sólo existen unos propietarios, el matrimonio Oubiña-Lago, que han diseñado todo un entramado de sociedades para disimular un único designio criminal, disimular su patrimonio real para sustraerlo de las responsabilidades a que el mismo ha de hacer frente como consecuencia de aquella sentencia".
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