La sanidad que viene
Tras la aprobación por el Consejo de Ministros del día 4 de enero de 2000 del reglamento sobre nuevas formas de gestión del Insalud, se ponen en práctica las políticas liberales de mercado en el ámbito de la sanidad, que a corto plazo llevarán a la ruptura de uno de los pilares básicos del Estado de bienestar como es el Sistema Nacional de Salud (SNS), que da cobertura sanitaria a toda la población. Es este logro de la universalidad de la asistencia lo que confiere un carácter determinante del Estado de bienestar y, por tanto, un objetivo en sí mismo a defender e irrenunciable como derecho de los ciudadanos.Nuestro modelo sanitario, con un gasto del PIB muy por debajo del gasto de los países de economía liberal, ha conseguido unos indicadores sanitarios muy por encima de los países que mantienen modelos de economía de mercado, sin olvidar que en estos países existen grandes colectivos de la población sin cobertura sanitaria.
La introducción de cambios en la gestión sanitaria ha llevado a la sanidad pública inglesa a un nivel que ha quedado de manifiesto en el brote gripal de diciembre de 1999, en el que se llegó a plantear el traslado de enfermos a Francia para tratar cuadros virales respiratorios. Todo ello es la vivencia de uno de los efectos colaterales de la puesta en práctica de las nuevas formas de gestión que ha llevado a los hospitales a entrar en un conflicto por competencias que ocasionó el cierre de alguno de ellos, con la consiguiente disminución del ratio de cama-habitante.
La Ley 15/1977 posibilita la constitución de cualesquiera entidades de naturaleza o titularidad pública administradas en derecho y en donde la prestación y la gestión de servicios sanitarios podrá llevarse a cabo con personas o entidades públicas o privadas, mediante acuerdos, convenios o contratos, posibilitando la creación de fundaciones, consorcios, fundaciones públicas sanitarias, organismos autónomos, institutos clínicos, entidades asociativas profesionales, etcétera.
Esta diversidad de "nuevas formas de gestión", sin interrelación con el sistema sanitario en su conjunto, llevará a la rotura del marco del SNS, y en cuanto a su pretendida eficacia-eficiencia, aún no sabemos sus resultados y, por la prensa, conocemos el desvío en el gasto generado en la Fundación de Alcorcón. El marco constitucional facilitará la creación de 17 modelos de atención sanitaria, pero si queremos mantener la universalidad, las nuevas formas de gestión no son el medio normativo adecuado. Por este camino conseguiremos que el elemento vertebrador de España sea una tarjeta de unos conocidos grandes almacenes. Como expresión de los derechos de los ciudadanos, debemos defender la universalidad de la asistencia, la equidad en la distribución de los recursos sanitarios y la financiación pública a través de los impuestos generales.- . Médico. Madrid.
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