El Síndic de Greuges halla deficiencias en los centros de acogida de menores

El síndic de Greuges, Anton Cañellas, ha elaborado un informe en el que constata deficiencias en la mayoría de los 10 centros de acogida para niños y adolescentes desamparados que funcionan en Cataluña y que gestiona el Departamento de Justicia de la Generalitat. Se trata, en la mayoría de los centros, de problemas en la distribución interna de los edificios, aunque en algún caso se constata que sería necesaria una nueva ubicación, que se debería ampliar el personal o bien aumentar o modernizar los aseos y la cocina.

El informe ha sido redactado después de que el síndic visitase todos los centros de Cataluña y constatase que, en términos generales, la Administración autonómica ha realizado un "esfuerzo" para ampliar las plazas disponibles y adecuar los establecimientos a las necesidades. Pese a ello, expone una serie de cuestiones que "sería conveniente mejorar". Entre ellas explica que la distribución de la mayoría de los edificios, incluidos los de nueva construcción, "recuerda la de un orfelinato a base de largos pasillos y habitaciones a cada lado, con pocos baños y con los espacios de servicios alejados".Del mismo modo, constata que en algunos dormitorios duermen hasta seis niños o niñas, a causa de la sobreocupación del centro y que habría que lograr un equilibrio entre el derecho a la intimidad de los menores y el de la Administración a vigilarlos para resolver la situación de desamparo que provocó su ingreso.

El síndic explica igualmente que a medida que va creciendo un niño se le debería ir informando sobre la intervención que la Administración está teniendo en su vida y en la de su familia y qué medidas se le aplicarán. Por eso, el informe considera que el tiempo que el menor pasa en un centro "no debe constituir un periodo de aislamiento de su pasado" y pide más flexibilidad en el régimen de visitas con la familia.

"Todo es mejorable"

La consejera de Justicia, Núria de Gispert, aseguró ayer que entre las previsiones de su departamento no figura el construir nuevos centros y que las deficiencias que constata el informe no son importantes, si bien precisó que "todo es mejorable". De Gispert aseguró que una de sus prioridades para los próximos cuatro años es que la mayoría de los 700 niños menores de 10 años que están actualmente bajo tutela de la Generalitat pasen a convivir con una familia.

Las mayores deficiencias observadas por el síndic corresponden al centro de acogida de Vilana, situado en la parte alta del barrio barcelonés de Sarrià y que acoge chicas de entre 12 y 18 años que han sufrido malos tratos o abuso sexual. El informe afirma que habría que aumentar el personal para atender mejor a las chicas y constata que faltan espacios, que no hay salidas de emergencia, ni puertas de socorro, ni escalera de incendios, y que habría que modernizar la cocina.

En cuanto al centro Nuestra Señora de la Misericordia, situado en Girona, el síndic censura que los niños no salen ni para ir al colegio, ni para jugar, y que habría que normalizar su vida cotidiana. Sobre el centro de urgencias Roure, instalado en un piso del Eixample de Barcelona, el informe advierte que "puede ver viciada" su utilidad si no se modifican algunas normas internas de funcionamiento. En relación con el centro Els Llimoners se recuerda que el síndic ya recomendó en 1996 que se instalara en la carretera que va de Sant Cugat a Barcelona, y ahora insiste en que sería deseable otro emplazamiento.

Por otro lado, la concejal de Bienestar Social del Ayuntamiento de Barcelona, Núria Carrera, anunció ayer que el próximo mes de marzo se pondrá en marcha en Ciutat Vella un centro de acogida, "de baja exigencia en las entradas y salidas", para acoger a 137 niños que malviven en las calles, con el fin de que puedan dormir y recibir cuidados, informa Efe.