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Un hombre encuentra el cadáver degollado de su esposa en una pensión

Un hombre de 30 años descubrió ayer por la mañana el cadáver degollado de su esposa, Alicia de la Osa, de 31 años, en un hostal de la calle de San Sebastián, cerca de la calle de las Huertas, según la Jefatura Superior de Policía. El marido fue ayer detenido y conducido a la comisaría de Arganzuela como principal sospechoso. La víctima, con 10 antecedentes por delitos contra el patrimonio y tráfico de drogas, vivía sola en el hostal desde que hace una semana decidió dejar a su marido, con el que solía pelearse.

El hallazgo del cadáver se produjo a las 10.45. El marido de Alicia acudió al hostal Moderna para encontrarse con ella. Según los testigos, el hombre tenía llaves de la habitación número 15 del hostal, pero no consiguió abrir la puerta, pese a dar varios empujones. Entonces avisó a una empleada de limpieza, asegurando que no podía pasar. La mujer logró entrar en el cuarto. Al acceder, se topó con el cuerpo inerte de la mujer, tendida sobre la cama. Aterrada y muy nerviosa, la mujer de la limpieza huyó escaleras abajo pidiendo socorro a los vecinos. "Hemos escuchado un chillido y luego más gritos". La reacción del marido, según testigos, fue distinta. "Estaba cabizbajo, triste y no decía nada, ni siquiera dijo su nombre", agregó otra inquilina. Tres puñaladas

Alicia tenía tres puñaladas en el cuerpo. Dos en el tórax y otra, la que le causó la muerte, que le seccionaba el cuello. Estaba vestida con una camiseta y un pijama. Según los agentes, la habitación no estaba revuelta, aunque le faltaban algunas de sus pertenencias y dinero. Otra huéspeda del hostal, de nacionalidad polaca, relató a Efe que Alicia tenía el cuello "rajado" y que echó en falta un collar que la víctima siempre llevaba puesto.

A tenor de los primeros datos policiales, no hay testigos del crimen, ya que los empleados del establecimiento y los inquilinos declararon a la policía que no habían visto ni oído nada extraño.

Los agentes del Grupo de Homicidios detuvieron al marido de Alicia. Lo llevaron esposado a la comisaría del distrito de Arganzuela. La policía interrogó a la propietaria del hostal y a la empleada de la limpieza.

A mediodía, el juez de guardia ordenó el levantamiento del cadáver y su traslado al Instituto Anatómico Forense. Según las primeras pesquisas, la mujer fue probablemente asesinada en la noche del jueves.

En el sombrío hostal Moderna, poco se sabía ayer de Alicia de la Osa, y los que se atrevían a hablar de ella, lo hacían con recelo, prudencia y miedo. Tenía fama de huraña y estaba enfadada a menudo, según señalaron varios huéspedes del establecimiento, que aseguraron que salía muy poco de la habitación.

Alicia llegó hace dos meses a la pensión, situada en un viejo edificio del número 2 de la calle de San Sebastián. Al principio, Alicia vivía con su marido. Desde hace una semana se encontraba sola, según los empleados que trabajan en la recepción de la pensión, fundada hace más de 40 años.

Discusiones

La responsable del hostal añadió que las peleas eran constantes. "Ellos discutían y muchas veces ella le amenazaba y la decía que no volviera jamás aquí", dijo la mujer.

Durante los últimos días, la víctima, a la que el encargado definió como una mujer "fuerte, guapa y bien arreglada", recibía llamadas telefónicas de su marido. Alicia dejó de contestar las llamadas hace unos días.

El marido de la fallecida seguía anoche detenido en la comisaría de Arganzuela, según la Jefatura Superior de Policía. Aunque no hay pruebas que le inculpen, los agentes sospechan que puede estar presuntamente relacionado con el crimen de su esposa.

Alicia de la Osa llevaba 10 años viviendo en Madrid. Su familia es de Alicante y Valencia. Una hermana suya llegó en la tarde de ayer a Madrid para hacerse cargo del cadáver.

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