La escocesa Anne Fine se enfrenta en una novela al tabú de la crueldad maternal La autora publica 'En un frío dominio'
Conocida por su dedicación a la literatura infantil y juvenil, lo que le ha valido numerosos premios, entre otros el Whitbread y el Guardian, la escritora escocesa Anne Fine se enfrenta en su nuevo libro (para adultos), En un frío dominio (Akal), a un tabú familiar, el de la crueldad maternal. "Son las pequeñas maldades que la madre deposita en cada uno de sus hijos y que remiten a su propia experiencia personal", declaró la autora recientemente en la presentación en Madrid de En un frío dominio.Madre de dos hijas con las que convive, Fine considera que a cada hijo hay administrarle la dosis conveniente: "Cada hijo exige una respuesta: uno siempre es más valeroso que otro y no se deja convencer fácilmente; a otro se le salta la lágrima enseguida. Son diferencias que exigen un intercambio de papeles continuo".
En un relato en el que la autora despliega unas cuantas dosis de humor negro y alguna perversidad, Fine retrata en En un frío dominio a una madre fustrada ("como yo", declaró), que vive con cuatro hijos en el campo y a los que domina con mano férrea. Pero en ese mundo cerrado irrumpe un enigmático extranjero que les convulsiona su vida.
Este extraño personaje permite a Anne Fine urdir una "tragicomedia de pasión sexual e intriga familiar", según definió la autora, y también verter una ácida crítica de las relaciones sexuales convencionales.
Anne Fine, cuyo relato Madame Doubtfire fue llevado al cine con gran éxito, no publicó hasta 1986 su primera novela para adultos, The killjoy, traducida a varios idiomas y con la que consiguió el premio al mejor libro que otorga el Ministerio de Cultura escocés. Fine opina que la diferencia entre literatura infantil y para adultos es que la primera es más accesible.
Visión optimista
"La literatura para niños implica cierta protección hacia los lectores e intenta ofrecer una visión más optimista de la vida, frente a un final trágico o ambiguo de la literatura para adultos", dice.
Sin embargo, la autora escocesa no hizo distingos entre literatura femenina y masculina. Opina que el ámbito doméstico, más ligado a la vida, es un asunto quizá relegado a las escritoras, "pero únicamente porque nos interesa más, no porque dependa de los géneros", aclaró la escritora, que dijo ser buena conocedora de España, "adonde vine hace siglos".
Babelia
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