Aznar promete bajar el tipo impositivo en todos los tramos del IRPF
El Gobierno se plantea una reducción de entre uno y tres puntos del impuesto de la rentaEl líder del PP señala que acuerdos como el de Baleares son para "repartirse el poder"
En su calculada estrategia de dosificar sus propuestas electorales para recuperar la iniciativa en esta campaña, José María Aznar presentó ayer otro fascículo de su prometida reforma tributaria, que adjetivó como "la segunda revolución fiscal". El presidente del Gobierno adelantó que si puede seguir gobernando la próxima legislatura bajará "todos los tramos" del impuesto sobre la renta de las personas físicas (IRPF). No detalló más porque quiere volver a provocar expectación para el acto sectorial que ya tiene convocado sobre este asunto para mañana en el Casino de Madrid.
El IRPF tiene ahora seis tramos. Aznar quiere bajar el tipo máximo de cotización, situado en el 48%, al menos un punto; el mínimo, que está en el 18% hasta el 15%; y los otros cuatro tramos intermedios entre dos y tres puntos. El presidente del Gobierno adelantó también ayer que si él y sus políticas permanecen en La Moncloa, "10 millones de españoles no tendrán siquiera que presentar la declaración de la renta". Aunque en realidad sí tendrán que formular un trámite para que Hacienda se la haga.Y como estaba en Baleares, donde visitó a primera hora en su casa de Son Vida al ex presidente Adolfo Suárez y a su esposa, y donde gobierna un pacto de izquierdas similar al que persigue Joaquín Almunia para España, Aznar aprovechó para descalificarlo con una frase lapidaria de Romanones: "¡Joder, qué tropa!"
El PP ha preparado para el lucimiento de Aznar un acto mañana en el Casino de Madrid, en el que proyecta desglosar al detalle su propuesta fiscal, enunciada hasta ahora genéricamente bajo el mensaje: "Vamos a bajar los impuestos a la familia, a los asalariados y a pensionistas", como reiteró ayer en Mallorca.
Aznar acusa al PSOE de crear incertidumbre y "no proponer nada"
Enel mitin diario que Aznar tiene programado para esta campaña, ayer dio un paso adelante: "Vamos a bajar todos los tramos del IRPF". Y no precisó más en público. El programa electoral aprobado por la Junta Directiva Nacional del PP tampoco se compromete a nada.Aznar ha aprendido en carne propia que no conviene fijar mucho por escrito ese tipo de ideas. Ya lo hizo en 1993 y en 1996, cuando aún estaba en la oposición, y planteó que iba a dejar los 17 tramos existentes entonces en apenas tres, y cuando aventuró que el tipo máximo, en aquella época el 56%, se rebajaría al 40%. Los tramos ahora son seis, y el máximo está en el 48%, y los siguientes en el 45%, el 37,2%, el 28,3%, el 24% y el 18%.
La oferta que Aznar diseccionará mañana sobre el IRPF ya está cerrada, aunque se ha estado discutiendo prácticamente hasta este fin de semana. El tipo máximo bajará levemente, apenas un punto. El grupo de expertos del PP que asesoró sobre esta propuesta al secretario de Estado de Hacienda, Juan Costa, abogó porque se redujera hacia el entorno del 45% y que más tarde, dependiendo de cómo se comportase la recaudación de impuestos, se tendiese incluso a fijarlo en el 40%, tal y como se prometió en programas electorales pasados. Otros dirigentes del PP, sin embargo, preferían que se mantuviese como está. Aznar sentenció ayer que deben bajarse todos los tramos del impuesto.
Lo que sí es seguro es que el tipo mínimo del IRPF, ahora en el 18%, se reducirá al 15%. Y que los demás descenderán entre dos y tres puntos.
El candidato del PP añadió que en su "segunda revolución fiscal" hasta "10 millones de españoles no tendrán siquiera que presentar la declaración de la renta". En estos momentos, unos cinco millones de los 14 millones de declarantes que hay en España, los que ganan y subsisten con menos de 3,5 millones de pesetas anuales, ya no presentan formalmente lo que se conoce como la declaración de la renta, aunque sí tienen que tramitar una carta con todos sus datos para que la Agencia Tributaria examine si realmente están exentos y no deben cotizar. Es Hacienda la que les hace la declaración, algo que pueden reclamar también los demás declarantes con una llamada telefónica.
El PP ya preveía eximir de esa obligación a unos siete millones de declarantes, si además de ganar menos de 3,5 millones se estaban comprando una casa o invertían en planes de pensiones. La ventaja más real de esta iniciativa es, sin embargo, que Hacienda resuelve su relación con esos cotizantes en marzo y no a partir de junio.
Aznar había acudido ayer a Mallorca con dos objetivos: crear más expectación sobre su reforma fiscal y zarandear al PSOE por sus múltiples alianzas. Para esa segunda finalidad, evidente, recogió el guante que le habían dejado sobre el atril del Pabellón del Pueblo Español de Mallorca -ante unos 2.000 simpatizantes que luego degustaron una gran paella- los oradores locales, quienes arremetieron contra la réplica de ese modelo, que ya gobierna en las islas desde el pasado 12 de junio.
Aznar no desperdició la oportunidad de aparecer sorprendido y "escandalizado" por las "historias de Menorca" que le contaron. Y retomó una frase histórica del Conde de Romanones cuando -al comprobar que todos los que le habían prometido su voto para entrar en una institución luego no le refrendaron- exclamó: "¡Joder, que tropa!". Aznar suscribió esta salida y se atrevió a reseñar incluso que el propio Almunia debía de pensar algo similar cuando no exportaba por su nombre en toda España "el modelo balear" de pactos, que consiste en una alianza entre los socialistas locales con varios partidos nacionalistas, IU, Los Verdes y ERC.
Aznar enfatizó que esos acuerdos no son para gobernar, "sino para repartirse" el poder. El candidato del PP distanció sus "respuestas claras" y llenas de "estabilidad" sobre los "problemas básicos" del país de las de Almunia y sus socios, a los que acusó de "no proponer nada, ofrecer disparates" y generar "incertidumbre".
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