La Feria de Valencia aumentará su capacidad un 65% cuando termine la remodelación en 2003
Feria Valencia ampliará en el año 2003, cuando se ejecute el proyecto de reforma presentado ayer, un 65% su capacidad al disponer de 170.000 metros cuadrados de exposición. Las obras, estructuradas en dos fases, costarán 30.000 millones de pesetas y serán sufragadas en gran parte con fondos públicos. El presidente de la institución, Alberto Catalá, aseguró que, tras la remodelación, el recinto ferial estará entre los más grandes de Europa. El autor del proyecto es el arquitecto José María Tomás, responsable de la urbanización de la Ciudad de las Artes o el Balcón al Mar.
La remodelación del recinto, inaugurado hace 30 años, se acometerá en tres fases y se simultaneará con los 40 certámenes que cada año se celebran en Valencia. En la primera fase, que deberá estar lista para la Feria Internacional del Mueble, en septiembre de este año, se ganarán 10.600 metros cuadrados gracias a la ampliación de los pabellones 6 y 7, los únicos que no serán derribados. El coste rondará los 400 millones de pesetas. En octubre se iniciará la segunda fase, la más compleja, con la construcción de ocho nuevos pabellones de dos niveles y tres plantas de aparcamientos. Éstos se levantarán sobre lo que ahora es el cuerpo principal del recinto. Además se levantará un nuevo foro principal, de 12.000 metros cuadrados, para desfiles de moda o actos singulares, y un pabellón deportivo cubierto. También se incluye la construcción de un paso inferior de vehículos y una nueva estación de metro de acceso al interior del recinto.
La nueva feria, de cumplirse los plazos previstos, estará acabada en diciembre de 2002 y contará con 170.000 metros cuadrados de exposición (un 65% más de superficie) y 7.000 plazas de aparcamiento (5.000 estacionamientos más). Catalá equiparó ayer el recinto, una vez remodelado, con el de la feria de Francfort, uno de los más grandes de Europa.
Con esta ampliación, el presidente de Feria Valencia confía en aumentar en un 70% las cifras de negocio de la institución. "La feria estará operativa en 2003, fecha en la que esperamos pasar de los casi 40 certámenes de ahora a 60 y hasta 80, que sería el número óptimo", subrayó Catalá.
El proyecto presentado ayer fue encargado por el anterior equipo de Feria Valencia, que presidía Antonio Baixauli (quien no acudió al acto) y dirigía Rafael Olcina (que sí se hallaba en la presentación), al arquitecto José María Tomás. El propio Catalá lo reconoció: "Esta institución había invertido ya en él [Tomás] para que visitara otros recintos feriales y no tenía sentido un cambio", admitió. De los planos originales a los definitivos sí se han introducido dos cambios, aclaró Catalá: la ampliación de la superficie de 130.000 a 170.000 metros cuadrados, y 7.000 plazas de aparcamiento en lugar de las 4.000 previstas en el primer borrador. Tomás se ha encargado, entre otros, de la urbanización de la Ciudad de las Artes y las Ciencias, del Balcón al Mar o el Palacio de Congresos de Valencia.
Catalá y la nutrida representación institucional que ayer abarrotó el salón donde se presentó el proyecto -el presidente de la Generalitat y la alcaldesa de Valencia protagonizaron el acto- fueron más vagos, sin embargo, sobre cómo se financiarán las obras y quién se encargará de ejecutarlas. La remodelación, presupuestada en 30.000 millones de pesetas, se costeará con recursos propios de la feria, fondos europeos y de la Generalitat.
Una nueva lonja
No se precisó el reparto de cargas económicas, pero se da por supuesto que el grueso será público. De la ejecución del proyecto se encargará una empresa de ingeniería que, según Catalá, todavía no se ha contratado. Será ésta la que establezca cómo se adjudica el proyecto. El presidente de Feria Valencia someterá ahora el proyecto a consulta entre empresarios y organizadores feriales.
La alcaldesa de Valencia, Rita Barberá, se refirió al proyecto como "el gran equipamiento que le faltaba a la ciudad" y el presidente de la patronal, Rafael Ferrando, la bautizó como "la Lonja del siglo XXI". El presidente Eduardo Zaplana cerró la presentación enviando un mensaje de apoyo al sector azulejero, que se encontraba en pleno en la presentación -minutos antes Zaplana había inaugurado en este recinto su feria sectorial, Cevisama-: "Que tengan la absoluta seguridad de que resolveremos los problemas que surjan", aseguró un presidente rodeado de candidatos populares al 12-M.
La representación socialista criticó la utilización electoral que hizo el PP del acto, una impresión compartida por EU.
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