Un problema de equilibrio

"Deberíamos transmitir más seguridad al futbolista. No alzar la voz para sancionarle, no emplearnos con ellos en plan déspota, casi golpeándoles la cara. Hay que pedirles respeto, pero nosotros también debemos respetarles". Ésta fue la declaración de principios emitida a este periódico por José Luis Prados (42 años, natural de Jaén y funcionario de profesión) en noviembre del 98, con motivo de un reportaje en el que se contemplaban diversas propuestas para la creación de un código ético que evitara las trampas de los jugadores. 15 meses más tarde, en el Racing-Zaragoza, ningún jugador hizo trampa alguna. Quien más se acercó a ello, según las imágenes de televisión, fue Prados, el árbitro.¿Qué pasa si un árbitro finge una agresión y cae espectacularmente al suelo sin que exista motivo alguno para ello? No hay en el reglamento ni un solo artículo que contemple tan extraño comportamiento, lo que en el Comité Técnico de Árbitros explican de la siguiente manera: "No se contempla porque es impensable. ¿Qué ganaría un árbitro haciendo eso? Nada. No hay una regla escrita porque tampoco la hay si un balón explota en el aire. Ahí rige la regla del sentido común".

Y el sentido común, para el Comité, le lleva a creer a pies juntillas lo escrito por Prados en el acta: "En el momento de mostrarle la tarjeta roja, Ceballos se abalanzó sobre mí, me empujó con el pecho y me lanzó al suelo, recibiendo yo un golpe en la nariz". Así relató los hechos tras el partido. Al día siguiente, en declaraciones a Canal +, se ratificó en lo escrito: "No sé quien me golpea en la nariz, pero sí que Ceballos me empuja con el pecho". Según esa versión, la sanción más leve que le puede caer a Ceballos es de 4 partidos y la más grave de seis meses, dependiendo de si se juzga lo ocurrido como empujón o agresión. "Si a los jugadores se les sanciona también deberían sancionar a los árbitros", decía ayer Ceballos, quien está convencido de que no recibirá castigo alguno. Pero tampoco Prados, que ha encontrado la encendida defensa de los suyos, "porque las imágenes de televisión no demuestran que no exista ese pechazo de Ceballos", relataron fuentes del Comité, que consideran impensable que Prados, o cualquier otro árbitro, se disfrace por un día de delantero y se deje caer como si el mundo se le acabara de venir encima. Por mucho que las imágenes digan otra cosa.