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La Junta advierte a Aznar de que mantendrá sus exigencias sobre el censo, transferencias e inversiones

Luis Barbero

La mayoría absoluta obtenida por José María Aznar en las elecciones generales del pasado domingo no ha arredrado al Gobierno de Manuel Chaves, quien reeditó ese mismo día su victoria en los comicios autonómicos. El Ejecutivo andaluz aseguró ayer que "no abdicará" ante el Gobierno central y que mantendrá las exigencias que viene formulando a Aznar desde 1996, lo que ha provocado una auténtica guerra entre ambas administraciones en la última legislatura.El primer Consejo de Gobierno de la Junta de Andalucía celebrado tras las elecciones, ya en funciones, analizó los resultados del domingo y sacó como conclusión que la victoria del PSOE en los comicios autonómicos "expresa el reconocimiento de la buena labor realizada en los últimos cuatro años", según afirmó Rafael Camacho, portavoz del Ejecutivo autonómico, quien subrayó el "claro avance económico, político y social" que ha experimentado la comunidad en los últimos cuatro años.

Camacho recalcó que el Gobierno andaluz no está dispuesto a "renunciar" al reconocimiento del censo real de la comunidad a efectos financieros (383.719 andaluces no están incluidos en el sistema de financiación del quinquenio 1997-2001, litigio que está en el Tribunal Constitucional); ni al traspaso de más competencias, principalmente las políticas activas de empleo y las cuencas hidrográficas intracomunitarias; ni a la exigencia de más inversiones en la región. "El Gobierno de la nación debe perder cualquier esperanza de que la Junta vaya a renunciar a estas aspiraciones legítimas", señaló Camacho.

Legislatura más pacífica

El Gobierno andaluz estima que éste es el momento idóneo para que ambas administraciones se "sienten" y resuelvan estos asuntos, que han envenenado las relaciones hasta tal punto que hay un bloqueo casi absoluto en la interlocución, ya que no hay ningún proceso electoral ni a corto ni a medio plazo. La Junta, dijo Camacho, espera "una legislatura más pacífica", pero siempre que se saquen del atolladero las cuestiones pendientes.

Una vez que estén constituidos los gobiernos central y autonómico, Chaves tiene la intención de solicitar una reunión con Aznar, cita que el presidente andaluz pidió constantemente en los tres últimos años de la pasada legislatura, pero que finalmente no se produjo por la negativa de La Moncloa.

Entre 1996 y 2000, Aznar y Chaves sólo tuvieron una reunión oficial, al inicio del mandato, en las conversaciones protocolarias que el presidente del Gobierno mantuvo con todos los responsables autonómicos.

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Sobre la firma

Luis Barbero
Es subdirector de Actualidad de EL PAÍS, donde ha desarrollado toda su carrera profesional. Ha sido delegado en Andalucía, corresponsal en Miami, redactor jefe de Edición y ha tenido puestos de responsabilidad en distintas secciones del periódico.

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