El japonés Abe gana la mejor carrera de los últimos años
Nueve pilotos se pelearon por el triunfo, incluidos Checa, quinto, y Crivillé, sexto
Fue la gran carrera, la mejor del año, e incluso cuesta recordar algo parecido en las disputadas durante el siglo. Tardará en repetirse una lucha como la de ayer en Japón, con tantos pilotos peleando en convoy durante 21 vueltas, pasándose y volviéndose a pasar sin respiro. La victoria la conquistó el ídolo local Norick Abe (Yamaha) culminando una jornada perfecta de los pilotos japoneses, que también ganaron en 125 y 250cc. Por parte española, Àlex Crivillé (Honda) se mostró recuperado y acabó sexto, justo detrás de Carlos Checa (Yamaha), que sigue segundo en el Mundial.Los más viejos seguidores del campeonato tuvieron que escarbar en la memoria. Se trataba de recordar un espectáculo como el que se vivía sobre el asfalto de Suzuka. Había que ser capaz de encontrar un precedente con tantos protagonistas -hasta nueve-, de tantas nacionalidades -japonesa, española, italiana, estadounidense, brasileña y británica- y con tantas marcas involucradas -cuatro: Yamaha, Suzuki, Honda y Aprilia-. El vídeo de la carrera valdrá dinero dentro de un tiempo.
En el grupo estelar estuvieron, con opción de éxito, Abe, Crivillé y Checa, y también Kenny Roberts (Suzuki), Tadayuki Okada (Honda), Nobuatsu Aoki (Suzuki), Alex Barros (Honda), Jeremy McWilliams (Aprilia) y Max Biaggi (Yamaha). Sólo este último no estuvo en el desenlace de la pelea, víctima de una caída cuando el grupo era compacto y cada curva, aceleración y frenada eran motivo de ataque y de adelantamiento.
En una carrera tan electrizante y tan igualada, los pilotos españoles tuvieron un papel destacado, aunque al final tanto Checa como Crivillé quedaran apartados del podio. Especialmente relevante fue la actuación del campeón del mundo, que de repente dejó atrás los problemas que ha arrastrado en las últimas semanas. Desde la salida se mostró competitivo, cogió confianza, y se vio la versión más brillante del noi de Seva. Realizó adelantamientos de mérito y llegó a encabezar el pelotón... hasta que se animó demasiado y cometió un error. A pocas vueltas del final, cuando el ritmo empezaba a crecer, Àlex realizó una trayectoria equivocada en una curva y estuvo a punto de salirse de la pista. Pisó el bordillo, pero volvió al asfalto a tiempo de recuperar un resultado que le permite mirar con esperanza al futuro, a la próxima cita del Mundial, que se disputa en Jerez el día 30. "Estoy satisfecho porque la moto ha ido mejor", reconoció. "Esto ha cambiado gracias a lo que hemos trabajado el fin de semana. Podría haber subido al cajón sin ese fallo, pero estaba tan animado viendo que podía estar delante que me he precipitado", añadió el campeón, que ni se molestó al ser multado por no quitarse el casco en la parrilla de salida como manda el reglamento. "Quería estar concentrado", se excusó. Ahora es octavo del Mundial, a 34 puntos del primero, pero ha recuperado la sonrisa. Todo el mundo se preguntaba qué había cambiado tanto de la noche a la mañana. La respuesta estaba en la moto número 1, prácticamente la misma que Crivillé utilizó el año pasado, sin el nuevo motor ni las nuevas piezas que Honda ha fabricado este año para mejorarla, que no han dado resultado hasta ahora. No obstante, Àlex se queda en Japón para entrenarse y trabajar con los ingenieros en la mejora de la nueva máquina.
Quienes parecen haber encontrado una fórmula satisfactoria son los hombres de Yamaha, que dominan la estadística de las tres primeras carreras. Ayer Abe, que vive la mitad del año en Sitges, se impuso en el sprint a Roberts gracias al mejor rendimiento de sus neumáticos. Como hizo el australiano Garry McCoy para ganar el primer gran premio, en Suráfrica, el japonés del equipo que dirige el español Luis d'Antín utilizó un neumático más pequeño que la competencia (de 16,5 pulgadas). Roberts es quien encabeza el Mundial gracias a que ayer acabó segundo, delante de Okada, quien permitió al equipo Repsol-Honda la primera visita del año al podio. Cuarto fue Aoki, quinto Checa y sexto Crivillé, todos prácticamente enganchados, pues menos de cinco segundos separaron a los ocho primeros. El estadounidense manda en el campeonato con cuatro puntos de ventaja sobre Checa, que en Suzuka no estuvo tan brillante como en las pruebas anteriores, en las que acabó segundo, aunque volvió a ser el mejor español. "No tenía plena confianza en la moto y no era el día para arriesgar", explicó el catalán. Checa se mantuvo siempre dentro del grupo delantero, sin asumir protagonismo. Era un día para correr con la cabeza, para sumar puntos. "Quinto en Suzuka y segundo del Mundial, no está mal", dijo. A Sete Gibernau (Honda) no le sirvió de nada su posición en la primera fila de la parrilla: su embrague no funcionó y se cayó en la última vuelta. De Gea (Modenas) quedó 15º y Cardoso (Honda) abandonó.
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