Lendoiro: "Vivo sin vivir en mí"

"El calendario es inhumanamente largo y yo vivo sin vivir en mí". De Santa Teresa se acordó Augusto César Lendoiro, presidente del Deportivo, para expresar de una manera gráfica sus sentimientos tras el empate de ayer. El título aún no tiene dueño, aunque el presidente, como Irureta, no duda que se vestirá de blanquiazul. El técnico, menos espiritual que su presidente, aceptó entre resignado y frustrado un resultado que demora una semana, eso piensa él, entonar el deseado alirón. El técnico reconoció que su equipo, configurado por jugadores veteranos, acusó el cansancio en el último tramo del partido. "Nos ha faltado fuerza al final, el calor, la tensión, los nervios, se han dejado notar en el rendimiento del equipo". Sin embargo, Irureta valoró un empate que permite al Depor afrontar el último partido, el viernes, ante el Espanyol, en condiciones de ganar el título. "Tengo plena confianza, si no se cruza el destino en nuestro camino, en ganar al Espanyol", dijo ayer.Irureta dio las gracias a los cientos de aficionados que se dieron cita ayer en las gradas de El Sardinero y animaron con entusiasmo a los jugadores del Depor. Irureta dio una gran importancia al calor que reinó durante el encuentro, y que tuvo una gran influencia en el rendimiento físico de sus jugadores. Tuvo palabras de elogio para el Racing, a quien definió como un equipo serio, bien plantado en el campo, que gozó de dos oportunidades de gol, sobre todo la de Manjarín, por caída de Donato, que pudo suponer el único tanto del partido.

No dudó Lendoiro en justificar la explosión final de alegría de los hinchas deportivistas que invadieron literalmente el estadio de El Sardinero nada más terminar el encuentro, a pesar de que su equipo no se había proclamado aún campeón de la Liga. "Después de recorrer 800 kilómetros, con toda la ilusión del mundo, no debe de extrañar que nuestros seguidores celebraran anticipadamente el título". En cualquier caso, Lendoiro expresó todas las cautelas del mundo y no se mostró partidario de adelantar las cosas ante el encuentro decisivo que el Deportivo jugará el viernes frente al Espanyol. Por ello, reclamó a los jugadores la máxima concentración y la mayor de las ilusiones para hacer frente a una cita histórica. "Si gana el Depor, sería el triunfo de los equipos modestos de Primera División", afirmó Lendoiro. "Ahora estamos ante los 90 minutos más importantes de la historia del Deportivo", apostilló Lendoiro.

Benítez, técnico del Racing, desmintió la sospecha que flotaba en el ambiente sobre un pretendido empate pactado, cosa que considera algo totalmente indigno para un deporte como el fútbol. El técnico afirmó que sólo un equipo mereció la victoria, el Racing, que tuvo que hacer frente a un rival que jugó siempre agazapado, y que no respondió nunca a los golpes de su rival. "De esta forma, es imposible presenciar una bonita pelea". Benítez estuvo muy crítico con el planteamiento extremadamente conservador de un equipo que se jugaba en El Sardinero el ser o no ser. De todas formas, Benítez se mostró muy satisfecho por la permanencia del Racing en Primera División, después de haber vivido 10 meses de "sufrimiento". "Nuestro juego no se ha correspondido con los resultados, unas veces por errores nuestros y otras por injusticias arbitrales, nos hemos visto privados de ocupar un lugar en la tabla más acorde con nuestros méritos".

Mauro Silva, una de las piezas clave del entramado defensivo del Deportivo, reconoció que habían jugado muy preocupados por el resultado. Sin embargo, el jugador brasileño estimó que el empate permite al Depor decidir en su propia casa el título de Liga. "Espero que la historia no sea tan caprichosa que vuelva a darnos la espalda ante el Espanyol".