Nueva York iguala a Indiana

Los Knicks de Nueva York volvieron a ser grandes. Se sobrepusieron a los elementos -la importante baja de Patrick Ewing y las lesiones que arrastran Latrell Sprewell y Marcus Camby- y fueron capaces de empatar (2-2) la serie final de la Conferencia Este de la NBA ante los Pacers de Indiana. Fue por la mínima, una canasta simple, pero suficiente para seguir dando emoción a otra eliminatoria de los Knicks. Cuando los Pacers de Larry Bird parecían encarrilar su camino a la gran final con las dos victorias en su cancha de Indianápolis, el orgullo de Nueva York volvió a surgir. No importó que el tobillo de Pat Ewing pareciera hundir aún más a los Knicks, derrotados claramente en el segundo encuentro. El 91-89 de la noche del lunes en el Madison Square Garden fue otro ejemplo de cómo este equipo renace de sus cenizas."No sé si hubo una conjura especial entre nosotros, pero la realidad es que jugamos con una intensidad mental y una fuerza excelentes. Indiana es un gran equipo ofensivamente, pero no se encuentra cómodo cuando le defienden con tanta agresividad", indicó el técnico neoyorquino Jeff Van Gundy.

Nueva York, para aviso de navegantes en el futuro, se impuso con un arrollador primer tiempo, 33-19 y 24-21 en los dos primeros cuartos, y sin Ewing, con una tendinitis en el pie derecho, y con el excelente trabajo ofensivo del alero Larry Johnson (25 puntos). Después, resistió el ataque rival. Un tiro libre de Latrell Sprewell cuando faltaban sólo 4,1 segundos para acabar el encuentro selló el triunfo.

El partido había tomado ya un rumbo decisivo favorable a los locales poco antes, cuando a 2.20 minutos para el final el base Charlie Ward, que anotó 16 puntos, convirtió un triple desde casi siete metros y que puso el marcador en 88-80. Aquello pareció ya insalvable para Indiana, que había agotado bastantes recursos sin aprovechar la ausencia de Ewing y los problemas físicos que impedían a Sprewell y Camby aportar toda su calidad.

Previamente, el lanzador estrella de Indiana, Reggie Miller, había acercado a su equipo en el marcador, 77-76, con otro triple lejanísimo después de un robo de balón de Jalen Rose.

En el último cuarto del partido, a pesar de haberlo ganado Indiana por 24-19 (el anterior también por 25-16,), el quinteto de Nueva York hizo un buen trabajo defensivo y logró los puntos necesarios para conservar la ventaja de los anteriores. El triunfo, que suponía levantar un 2-0 en contra, pone de nuevo a los Knicks con posibilidades de repetir la hazaña del año pasado frente a los Pacers, a los que vencieron por 4-2. El quinto partido se disputa hoy en el Conseco Fieldhouse de Indianápolis.

En la madrugada pasada los Lakers pudieron decidir la final del Oeste, que dominaban, 3-1, si ganaban en Los Ángeles a Portland.