El campo y el miedo decidirán el resultado
Ciudades como la capital, Harare, con 800.000 censados, o Bulauayo (con 357.000), y zonas como Manicaland (576.000), votarán a favor de la oposición, al igual que en el referéndum constitucional de febrero, en el que Mugabe sufrió su primer revés electoral. En el oeste, en Matabeleland, donde en los años ochenta la V Brigada del Ejército asesinó a miles de opositores de la etnia ndebele, la victoria del MDC también está asegurada. "Ha llegado el momento", dicen los habitantes de Matabeleland, según el delegado de una ONG en Bulauayo consultado por teléfono.La clave serán las otras regiones rurales, como Marondera, donde se ha concentrado la mayor violencia contra los granjeros blancos. En ellas el miedo es mayúsculo. Analistas como Masipula Sithole están convencidos de que habrá una tremenda sorpresa: "La gente está harta del régimen", dice. Pero los hechos son tozudos: en muchas de esas aldeas, la oposición apenas ha podido realizar campaña y las pandillas juveniles del ZANU-PF campan reventando viviendas y aporreando a la gente. "Es la quinta vez que voy a votar en mi vida y es la primera que me pegan para que lo haga por ellos, ¿qué es lo que esconden?", se pregunta un anciano.
El vicepresidente de Zimbabue, Simon Muzenda, ha logrado el éxito de la campaña con esta frase: "Si pusiéramos un mono en un árbol, el pueblo deberá votar por él". Es la mentalidad de un partido que ha gobernado sin oposición real durante 20 años, se halla sumergido en casos de corrupción y que ha perdido el control de la economía. Con el dólar local en caída libre, una inflación del 50% en mayo, un PIB que puede finalizar el año en recesión (-5%), un desempleo del 72% y escasez de trigo y harina anunciadas para noviembre, la cesta de la compra no juega en el bando del Gobierno. La carestía crónica de gasolina, paliada esta semana con importaciones extraordinarias, ha calado hondo en el humor popular.
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