La Guardia Civil afirma que uno de cada tres incendios con causa conocida es intencionado
Colillas encendidas, niños jugando, chispas de sierras, barbacoas mal apagadas... Las negligencias y accidentes que originan los incendios que, cada verano, hacen arder miles de hectáreas en España son muy variadas. Sin embargo, muchos de estos fuegos son provocados. En los meses de junio y julio de este año casi uno de cada tres incendios de origen conocido fueron intencionados, según datos de la Guardia Civil. El interés económico, la venganza y la locura son algunas de las razones que lo motivan. Los pirómanos son responsables de un 25% de esos incendios provocados en estos dos meses.
15 motivos
Cada verano arden miles de hectáreas en España. A 30 de julio de este año, según datos del Ministerio de Medio Ambiente, se habían calcinado en España 41.103 hectáreas, a las que hay que sumar más de 33.000 en lo que va de agosto.Buena parte de estos incendios son prácticamente inevitables, ya que se originan por accidentes y causas naturales. Es difícil impedir que a un ferrocarril le salten chispas, que en un choque entre dos coches uno de ellos prenda fuego o, lo que es más probable, que caiga un rayo. Estas incidencias originaron el 30% de los 396 incendios que la Guardia Civil ha logrado aclarar entre junio y julio, fecha en que el Seprona (Servicio de Protección de la Naturaleza) ha contabilizado 1.049 incendios en toda España, excepto el País Vasco, Lleida y Girona (cuyas competencias ha asumido la policía autónoma).
Las colillas encendidas, niños jugando con cerillas, militares practicando en un campo de tiro y quemas de rastrojos que se descontrolan han sido durante los últimos dos veranos la causa de la mayor parte de los incendios forestales. El 40% en junio y julio de este año. Aunque, al fin y al cabo, no son fruto de intereses personales sino de la irresponsabilidad y la falta de concienciación. El incendio que el pasado 30 de julio calcinó 5.000 hectáreas en La Palma fue consecuencia de una barbacoa familiar que terminó en tragedia ecológica.
Sin embargo, lo más difícil de combatir no son ni los accidentes ni las negligencias, sino esas 116 personas, 359 en el verano de 1998, que en dos meses han decidido encaminarse al monte o al prado con la intención de hacerlo arder. Así ha sido prácticamente en uno de cada tres casos resueltos en lo que va de verano.
La Guardia Civil tiene registrados 15 posibles motivos para querer causar un incendio. Las razones, de lo más variopintas, van desde el interés económico (generar más pasto, convertir el suelo en urbanizable, obtener salarios en la extinción) y las pasiones humanas (la venganza) a la locura (pirómanos). A pesar de ello todos los años los motivos de decenas de incendios quedan sin identificar.La cuarta parte de los incendios provocados este verano los causaron ganaderos y campesinos para generar pasto los primeros y eliminar matorral y residuos los segundos. Pero probablemente lo más llamativo sea que el origen del mismo número de incendios, 29, se debiera a los pirómanos que prenden fuego por el placer de sentir el calor de las llamas. Ocho más que durante todo verano pasado. Tres se debieron a venganzas y otro tres para evitar el acotamiento de la caza.
Un ejemplo de incendio provocado por venganza es el de Arroyo Gordo (Huelva), en el que el pasado 29 de julio ardieron 10 hectáreas y que fue provocado por un hombre que quemó esta zona de caza para vengarse de unos cazadores a los que acusó de envenenar a sus perros. El acusado fue detenido por la policía el 16 de agosto.
Pero gran parte de los incendios, sean o no provocados, se quedan sin resolver. Lo normal es que la Guardia Civil consiga averiguar las causas de alrededor del 35%. Aun así, muchos de éstos quedan sin esclarecer. El 23% este verano.
Si pocos son los casos que logran resolverse, menos son aquellos en los que se consigue materializar la detención del culpable. Miguel Ángel Soto, de Greenpeace, dice que desde su asociación la sensación es de impunidad, "¿Cuántos pirómanos hay encarcelados? Es un delito ecológico con gran impunidad". Así, en los meses de junio y julio de este año se ha detenido a 47 personas acusadas de provocar un incendio forestal (20 de ellos en Andalucía). Durante todo el año pasado los detenidos fueron 85, uno menos que en el mismo periodo de 1998.
Este mes de julio, según los datos de la Guardia Civil, han ardido en España (exceptuando el País Vasco, Lleida y Girona) casi 4.000 hectáreas más que el año pasado y muchas menos en 1998, en que fueron calcinadas 33.352 ese mismo mes. En total han ardido en julio 14.116 hectáreas, cifra bastante superior a las 9.655 proporcionadas por las comunidades autónomas, que a menudo no facilitan la información completa, al Ministerio de Medio Ambiente.
Castilla-León, con 6.700 hectáreas (38%) abrasadas en junio y julio es la comunidad más afectada, siempre según los datos proporcionados por el Seprona, seguida de Andalucía y Canarias, con el 13 y el 12%.
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