Zapatero responde a Aznar que no se debe excluir al PNV del pacto contra ETA
El secretario general del PSOE, José Luis Rodríguez Zapatero, respondió ayer a José María Aznar que el pacto contra ETA no debe excluir a ningún partido democrático y, por tanto, tampoco al PNV. El dirigente socialista calificó de "perogrulladas" las siete preguntas que le envió Aznar como propuesta "de fondo" para abrir un diálogo bilateral contra ETA, aunque anunció que iba a responder afirmativamente a seis de ellas. Sólo cuestiona la que supone excluir al PNV del diálogo antiterrorista. A juicio de Zapatero, el texto de Aznar es una "rectificación" de su posición inicial, reacia a firmar con el PSOE un pacto contra la banda.
La respuesta del PSOE a las siete preguntas de Aznar llegaba anoche mismo a La Moncloa, después de que los parlamentarios Jesús Caldera y Alfredo Pérez Rubalcaba consensuaran con Zapatero su redacción. A seis de ellas se responde en positivo. A la restante, la cuarta, con la que Aznar pretende excluir al PNV del diálogo antiterrorista, los socialistas contestan que es necesario que el nacionalismo dé pasos o signos de que ha abandonado las posiciones que mantenía en el Pacto de Lizarra.Aunque la prensa ya las había adelantado en la mañana del lunes, Rodríguez Zapatero recibió las preguntas del PP ayer por la mañana, mientras desayunaba en el Congreso con un grupo de periodistas. Comentó que su intención era "agarrarse" con firmeza a este escrito del presidente del Gobierno para abrir al fin un diálogo con La Moncloa y lograr la firma conjunta de un pacto contra ETA.
El secretario general del PSOE interpreta que, con ese texto, el Gobierno "ha rectificado". El rechazo inicial a firmar el documento enviado por los socialistas a La Moncloa hace dos semanas se queda así en "un mal episodio". En esta misma línea, Zapatero anunciaba una "próxima respuesta" a Aznar sobre la base de los dos documentos: el que el PSOE hizo llegar al Ejecutivo y el que el PP acababa de remitirle al PSOE. Y anoche mismo le llegaba a Aznar esa respuesta, con la intención por parte de los socialistas de que sea rubricada por el jefe del Ejecutivo y por el líder de la oposición.
Aznar había apremiado una respuesta y Zapatero respondió al reto, aunque no sin antes señalar que "sonaba a chiste" esa urgencia cuando los socialistas llevaban quince días esperando contestación a su documento y "soportando desaires". A partir de ahí, el dirigente socialista enfatizó su pedir a La Moncloa para que cambie de actitud. "Aznar debe saber que hablamos de un tema muy serio, el terrorismo, que no se resuelve con declaraciones solemnes cada vez que hay un atentado, sino aumentando la operatividad", advirtió.
En su criterio, el texto que le ha enviado Aznar exigiéndole respuesta a siete interrogantes para llegar a un pacto "a fondo y de fondo" no es una propuesta. "Es un interrogatorio", dijo, "y no se traduce en nada operativo para luchar contra ETA". Además, las preguntas, ironizó, "tienen fácil contestación, son de Perogrullo".
Cambiar "muchas cosas"
"¿Quién no va a estar de acuerdo con una opción de libertad en el País Vasco, por que nadie legitime o esté cerca de la violencia terrorista, por que haya un impulso cívico en defensa de los mejores valores en Euskadi, por que el nacionalismo rectifique seriamente y se le exija la responsabilidad por quien tiene que ser exigida, que en democracia son los ciudadanos?", replicó Zapatero, que sólo puso una objeción de fondo a una parte de la cuarta pregunta. "Supone", se quejó, "una exclusión a priori" del PNV y EA del pacto contra ETA. La pregunta era: "¿Estamos de acuerdo en que los nacionalismos vascos deben responder con todas las consecuencias de sus acuerdos con el secesionismo violento y la deslealtad que aún mantienen al consenso institucional y estatutario?".Zapatero precisó, no obstante, que para incluir al PNV y EA en un pacto antiterrorista "han de cambiar muchas cosas" en ambos partidos. Y en esta dirección concreta va la respuesta recibida ya por La Moncloa: es necesario que el nacionalismo dé signos de que ha abandonado Lizarra.
Pero el secretario general socialista propone un procedimiento distinto al de Aznar. "Gobierno y PSOE tenemos coincidencias claras sobre los contenidos políticos contra ETA y de lo que puede ser una mayoría en Euskadi, más que sobre los agentes. No se trata de excluir en función de las siglas sino incluir en función de los contenidos. Si el PNV y EA no lo aceptan, se habrán excluido solos". Para que este extremo quedara claro, Zapatero lanzó un reto a Aznar: "Quiero oír de boca del Gobierno a quién quiere excluir y por qué. Nuestra posición es ofrecer una política de soluciones, sin exclusiones previas a partidos democráticos. Lo contrario es un mal camino".
Las bases de un posible pacto contra ETA y por la normalización de Euskadi pasan, según la propuesta de Zapatero, por acordar en común la política antiterrorista; aunar las iniciativas y evitar, por tanto, las actuaciones unilaterales; desechar el partidismo en la política antiterrorista; sumar al pacto Gobierno-PSOE al mayor número posible de fuerzas democráticas y lograr en Euskadi una mayoría política alternativa que supere la actual división entre el bloque nacionalista y no nacionalista.
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