Los inmigrantes amplían la huelga de hambre a otra iglesia de Barcelona

La protesta que mantienen cerca de 400 inmigrantes en la parroquia de Santa Maria del Pi de Barcelona para pedir ser regularizados se extendió ayer a la iglesia de Sant Agustí con el encierro de otras 30 personas, cinco de las cuales se sumaron a la huelga de hambre que desde el sábado ya secundaban 328 inmigrantes. Mientras tanto, el secretario para la Inmigración de la Generalitat, Àngel Miret, se ofreció para negociar entre los inmigrantes y el Gobierno.

El cuarto día de la huelga de hambre secundada por 328 inmigrantes en la iglesia del Pi transcurrió con normalidad después de que cuatro de los huelguistas tuvieran que ser trasladados a diversos centros sanitarios durante la noche víctimas de desmayos y lipotimias. Todos fueron dados de alta pocas horas después y algunos de ellos se reincorporaron a la huelga de hambre. También a lo largo de ayer, uno de los encerrados tuvo que ser atendido en el Hospital del Mar a causa de un desmayo. Un equipo de médicos vela por que los inmigrantes en huelga de hambre puedan continuar su protesta en las mejores condiciones posibles.

La incorporación de nuevas personas a la protesta y la falta de espacio en la iglesia del Pi obligó a buscar un nuevo emplazamiento para acoger a todos los inmigrantes. Por ello el párroco de la iglesia de Sant Agustí ofreció un espacio para acoger a 30 inmigrantes, cinco de los cuales también se declararon en huelga de hambre. Tanto el párroco de Sant Agustí, Antoni Deulofeu, como el de Santa Maria del Pi, Josep Maria Vidal, aseguraron que continuarán acogiendo inmigrantes en sus iglesias porque 'la ley del Evangelio es más fuerte que la Ley de Extranjería'.

Negociación con el Gobierno

Un portavoz de la Plataforma Papeles para Todos explicó ayer que, 'de momento los huelguistas han decididio continuar bebiendo agua con azúcar', aunque no descarta que dentro de 10 días comiencen una huelga de hambre total si la delegada del Gobierno, Julia García Valdecasas, no se reúne con ellos para la regularización de más inmigrantes. Sin embargo, fuentes de la Delegación aseguraron que 'de momento, no ha llegado ninguna petición de entrevista'.

Por otra parte, el secretario para la Inmigración de la Generalitat, Àngel Miret, y el delegado territorial del Gobierno Catalán en Barcelona, Ignasi Garcia Clavel, se ofrecieron ayer como mediadores entre los inmigrantes y la Delegación del Gobierno para intentar que esta Administración les conceda los permisos de trabajo y de residencia. Pero esta oferta no tuvo un buen recibimiento en la Delegación del Gobierno. Fuentes de esta Administración aseguraron que 'aunque haya un entendimiento, hay que recordar que la ley de Extranjería tuvo el apoyo de Convergència i Unió, por lo que ahora el Gobierno Catalán también tiene que defender su aplicación'. Sin embargo, el subdelegado para la Inmigración, David Bonet, insistió en que la detención de los inmigrantes sin papeles 'no será una prioridad de la policía'. Fuentes de la Delegación también aseguraron que 'de momento no se desalojará a los inmigrantes'. Los encerrados decidieron, a última hora de ayer, convocar una asamblea para esta mañana en la que considerarán la posibilidad de dejar la huelga de hambre en el caso de que la mediación con la Delegación del Gobierno de resultados.

Sin embargo, los inmigrantes encerrados en Sant Agustí y Santa Maria del Pi, realizaron también una nueva llamada a la población para que aporte 'mantas, ropa de abrigo, azúcar y, sobre todo, agua mineral'. A lo largo de ayer centenares de personas continuaron llevando material de ayuda hasta las puertas de los templos.Muchos de los ciudadanos que se acercaron hasta las dos iglesias también firmaron un manifiesto de apoyo a los huelguistas.