Iberia mantiene su salida a Bolsa tras desconvocarse la huelga de pilotos

El órdago del presidente de SEPI lanzado el martes en el sentido de que si los pilotos no paraban la huelga de celo el Gobierno suspendía la salida a bolsa de Iberia tuvo efectos ayer. Este ultimátum fue el eje central de una reunión que duró casi seis horas y que tuvo dos fases. En la primera, la tensión entre las dos partes fue creciendo hasta el punto de que los presidentes de la SEPI y de Iberia llegaron, incluso, a darla por terminada tras dejar caer sobre la mesa de negociación el mensaje de que cada parte aguantara su responsabilidad en el desenlace.

Ése fue el punto de inflexión. Tras un intervalo de 10 minutos, la negociación se reanudó y avanzó hasta que se alcanzó el consenso. Según el acuerdo alcanzado, el SEPLA apoya 'totalmente' la privatización de Iberia y admite que 'el convenio que se negocia actualmente no debe ser obstáculo para la privatización'.

El SEPLA manifiesta que se seguirá negociando al margen de la salida a bolsa 'sin que ello signifique que el colectivo de pilotos renuncie a los objetivos que se había propuesto¨, aunque ambas partes se comprometen a seguir negociando en base a la última propuesta de la empresa, entregada a la representación de los pilotos el pasado cinco de marzo.

Más productividad

Esa propuesta supone, fundamentalmente, que los pilotos puedan obtener parte de las reivindicaciones que plantean, en base a incrementos de productividad y objetivos. Concretamente, en el capítulo de prejubilaciones, frente a la petición sindical de una paga mensual de 400.000 pesetas desde los 55 a los 60 años, la empresa propone repartir al 50% los beneficios que obtenga por el incremento de productividad de los pilotos en esa franja de edad. Sobre incremento salarial, Iberia ofrece la previsión de IPC (2%) con cláusula de revisión; y sobre el pago de fiscalidad de los billetes gratis, ofrece que tributen por la tarifa más barata.

En cuanto a la reivindicación de anulación del descuento salarial que se aplica a los trabajadores a raíz del plan de viabilidad de 1995, denominada clave 104, Iberia plantea que se vaya anulando en función de la superación de los objetivos previstos en el plan director 2000-2003. Además, los pilotos tedrán, como el resto de la plantilla, una paga extra por la salida a bolsa que en su caso será de 250.000 pesetas.

Por el acuerdo alcanzado, el SEPLA renuncia 'expresamente a la utilización de cualquier medida de presión que no esté amparada por la legislación vigente'. Es decir, que los pilotos desisten de seguir con la huelga de celo y de convocarla mientras se negocie el convenio. Tras el ultimátum dado por SEPI, ayer el porcentaje de vuelos con retraso bajó al 30%, cuando hubo días que llegó al 60%.

Tras la reunión con SEPLA,Pedro Ferreras y Xabier de Irala comparecieron ante la prensa en un clima de guante blanco. 'El SEPLA', dijo Ferreras, 'ha comprendido que no era este ni el momento ni el modo de negociar su convenio y así lo han aceptado desligando las medidas de presión del momento de salir a Bolsa'. El presidente de la SEPI afirmó que el calendario de la oferta pública no variará un ápice, por lo que será el día 3 de abril cuando la empresa comience a cotizar en el mercado una vez que el Estado se haya desprendido del 53,9% que aún ostenta en la compañía aérea.

El SEPLA hizo ayer un comunicado en el que afirma que el acuerdo garantiza 'un marco propicio para negociar, en una declaración expresa de apoyo a la OPV de Iberia'. 'El acuerdo garantiza', dice, 'que tanto la compañía como la sección sindical van a continuar trabajando para sacar adelante un convenio colectivo para los pilotos, que será necesario para la estabilidad de la nueva Iberia'.