La restauración de la cripta de la Colonia Güell no estará terminada para el Año Gaudí

El Año Internacional Gaudí arrancará en marzo sin que haya concluido la restauración de la iglesia de la Colonia Güell, una de las obras que mejor resumen el universo del arquitecto catalán. Los trabajos de rehabilitación del templo -mal llamado 'cripta', según su restaurador, Antoni González- empezaron hace dos años con la sustitución de la cubierta de uralita por una terraza y continuarán mientras se celebren los 150 años del nacimiento del arquitecto. Este verano el monumento ha estado tapado y sólo ha podido visitarse los domingos durante la celebración de la misa.

Antoni González, jefe del Servicio de Patrimonio Arquitectónico Local de la Diputación de Barcelona (SPAL) y autor del proyecto de rehabilitación de la cubierta, afirma que 'el Año Gaudí es ajeno a las obras', aunque dice que los trabajos 'se acoplarán' a la celebración para que el templo 'sea visitable'. Durante los dos años en que se trabaja en la cubierta, las visitas se han visto limitadas y la visión exterior del templo ha estado afectada por una cerca de protección de las obras. Ahora sólo se puede acceder al recinto los domingos por la mañana.

Hasta la fecha se ha trabajado en la sustitución de la antigua cubierta de uralita, que estaba afectada por goteras, por una terraza en la que se realizarán actos de diversa índole. La obra, financiada por la Diputación de Barcelona, se encuentra en la última fase de ejecución y se prevé que esté lista en marzo, cuando se inauguren los actos del Año Gaudí. Quedarán pendientes, sin embargo, los trabajos de restauración de la fachada, el porche, el entorno y la rampa de la iglesia, financiados por el Ministerio de Cultura y que se prevé que empiecen en diciembre, una vez adjudicadas las obras, según afirma González. Los trabajos convivirán, pues, con los fastos del Año Gaudí, en que presumiblemente aumentarán las visitas al templo.

La cubierta de uralita se instaló en 1915, cuando Gaudí ya se había retirado de la construcción del templo para dedicarse en exclusiva a la Sagrada Familia. El suelo de la terraza que se está construyendo dejará a la vista los pilares del templo, con lo que el visitante se podrá hacer una idea de lo que habría sido la iglesia de la segunda planta, nunca construida. Está prevista la instalación de un mirador en el campanario para facilitar su visión.

Antoni González explica que los actos del Año Gaudí obligarán a aminorar el ritmo de las obras 'para que el edificio sea visitable' durante el tiempo que dure la celebración. El jefe del SPAL resta importancia al hecho de que la iglesia no esté a punto: 'Las obras de restauración tienen que hacer chup-chup. Tienen que ir al ritmo que pide la obra y no al de los eventos políticos y culturales. Gaudí se merece cierta tranquilidad', afirma.

La construcción de la iglesia de la Colonia Güell fue un trabajo también lento y costoso: el proyecto se encargó en 1898, las obras empezaron en 1908 y se terminaron en 1917. En su elaboración, Gaudí experimentó con un sistema de cálculo nuevo y con las vueltas convexas de paraboloides hiperbólicos. Para dar forma a los arcos del templo, por ejemplo, se basó en la curva que dibuja una cadena suspendida por dos extremos, de la cual colgaba cargas proporcionales a las que el arco debía soportar una vez construido. Fue una solución que aplicó en otros proyectos, como la Sagrada Familia.

Durante los trabajos de restauración de la fachada se cubrirá también la rampa que debía dar acceso a la segunda planta de la iglesia con una capa de zinc. González explica que se pensó en utilizar la rampa como vía de acceso a la terraza, pero se desechó la posibilidad porque las barandillas, obligatorias por motivos de seguridad, hubieran interferido en la visión del conjunto.

Para después de 2002, según explica González, está prevista la construcción de un cercado para la protección del monumento, la sustitución del suelo de la iglesia y la restauración de las vidrieras.