Rusia iniciará en 10 días conversaciones de paz con los separatistas de Chechenia
El Kremlin busca una salida política a la guerra enquistada en el Cáucaso
Víctor Kazántsev, representante del presidente de Rusia en el norte del Cáucaso, manifestó ayer que se reunirá con un enviado del líder separatista checheno, Aslán Masjádov, dentro de 10 días en Moscú. En declaraciones efectuadas a la cadena de televisión NTV, Kazántsev anunció que Ajmed Zakáyev, uno de los líderes separatistas chechenos, le había llamado para solicitar conversaciones sobre desarme.
Zakáyev habría expresado también su intención de debatir las iniciativas del presidente Vladímir Putin para poner fin a la guerra. Los rusos aseguran controlar el territorio, pero son mantenidos en jaque por los guerrilleros chechenos. Zakáyev, un antiguo actor de teatro, fue vicejefe de Gobierno en el gabinete de Masjádov. Según Kazántsev, Zakáyev le había manifestado que su llamada era el producto de largas deliberaciones.
El 24 de septiembre pasado, en una importante toma de posición política, el líder ruso estableció un plazo de 72 horas -que no era un ultimátum-, para comenzar a negociar las condiciones de desarme con los separatistas chechenos. El plazo concluyó sin más novedad y, desde entonces ha habido contactos entre bastidores entre representantes de las autoridades rusas a diversos niveles y los separatistas chechenos y medios próximos a ellos para averiguar cuáles son las nuevas intenciones del Kremlin para abordar un crónico conflicto que consume enormes recursos materiales y humanos. Desde el punto de vista militar, los rusos aseguran controlar el territorio, pero son mantenidos en permanente jaque por la táctica guerrillera de los separatistas que se ocultan en las montañas de la región secesionista.
Ayer, después de que Kazántsev anunciara los próximos contactos con Zakáyev en Moscú, un representante del líder checheno, Aslán Masjádov, confirmó que la conversación entre el representante del Kremlin y el dirigente separatista había tenido lugar, pero desmintió que los futuros contactos tengan por objeto el desarme de los separatistas. 'Se trata sólo de saber qué forma adoptarán las futuras conversaciones y nada más', dijo Mayarbek Vachagáyev, representante especial de Masjádov, a la emisora Eco de Moscú.
En torno al hecho cierto de que tanto el Kremlin como los chechenos tantean la vía política, ambas partes dan interpretaciones públicas diferentes sobre lo que puede esperarse del contacto. Vachagáyev hablaba de 'nuevo diálogo', pero el ayudante del presidente de Rusia, Serguéi Yastrzhembski, recomendaba a los representantes de Masjádov que se rijan por la comprensión de las 'duras realidades políticas'.
Una de estas realidades, dijo Yastrzhembski, es que no hay que contemplar la reunión con Zakáyev como el comienzo de un nuevo diálogo entre Moscú y Grozni. 'El poder en Grozni no pertenece a los que se esconden en los bosques y en las montañas', dijo el asesor presidencial.
Los síntomas de que el Kremlin busca una salida política para Chechenia existían antes de la campaña antiterrorista internacional iniciada a raíz de los atentados del pasado 11 de septiembre. Tras el ataque contra Estados Unidos, el Kremlin ha logrado que tanto los representantes oficiales de Washington como los países europeos muestren más comprensión por la postura de Rusia en Chechenia y más indiferencia respecto a métodos que antes eran denunciados como violaciones de los derechos humanos. Para el próximo mes de noviembre está previsto que se celebre un seminario bajo los auspicios del Consejo de Europa en el que participarán representantes del Kremlin y de los separatistas chechenos.
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