Las primas de los seguros subirán del 10% al 20% en 2002 por los ataques terroristas

El ataque terrorista a las Torres Gemelas ha sido el mayor desastre para las aseguradoras. Los informes hablan de una pérdida aseguradora estimada de 60.000 millones de dólares (11,1 billones de pesetas). Los expertos creen que esta catástrofe supone el final de los precios bajos y el comienzo de unas subidas de las primas entre el 10% y el 20%. Los seguros más afectados serán los de catástrofes, daños materiales y responsabilidad civil. En el lado contrario estarán los de salud y vida. Algunos riesgos, como los de terrorismo, serán difíciles o imposibles de asegurar.

'El ataque ha sido en Estados Unidos, pero las consecuencias las sufrirán los usuarios de seguros de casi todo el mundo', explica un experto. Las razones de esta generalización son dos. En primer lugar, las compañías estadounidenses más afectadas por la catástrofe -y por lo tanto más necesitadas de recursos- actúan en todo el mundo, por lo que aplicarán una política general de subida de precios. Además, la amenaza terrorista es general y, aunque esté centrada contra Estados Unidos, no es descartable un ataque en Europa o Asia.

El negocio del seguro y del reaseguro -que se basa en adquirir los riesgos de las compañías de seguros- se basa en la certidumbre, que es algo que se ha esfumado en el mundo occidental desde el 11 de septiembre. Ante esta nueva situación, las compañías se protegen de tres formas: elevando los precios, poniendo más condiciones mínimas a sus asegurados y excluyendo algunos riesgos, como el terrorismo.

Fuerte incrementoLa subida de precios es difícil de precisar, y será diferente en los diferentes ramos de sector, pero las grandes compañías barajan un incremento medio de entre el 10% y el 20% para 2002. 'Hasta que no se produzcan las renovaciones de los contratos, no se sabrá con certeza el impacto, aunque todo apunta a un fuerte incremento de precios', explica Rafael Esteban, consejero delegado de AON Gil y Carvajal, perteneciente al Grupo AON, el segundo más grande del mundo en consultoría de riesgos y correduría de seguros, después de Marsh and McLennan.

En Allianz, otro de los gigantes del sector, explican que están 'reevaluando los riesgos asumidos, y se tendrá que considerar, en algunos casos, elevar los precios en la medida en que sea necesario'. Según la empresa alemana, 'cuando los riesgos no son calculables, entonces es difícil fijar una cobertura para su seguro'. Esta compañía estima que la solvencia y fortaleza de capital de las aseguradoras 'será un aspecto clave en el futuro'. Allianz calcula en 1.000 millones de euros (166.386 millones de pesetas) las pérdidas netas ocasionadas por los ataques a Estados Unidos. La empresa ganará un 15% menos de lo estimado.

Mucho peor lo está pasando American International Group (AIG), la mayor aseguradora del mundo por valor bursátil. Ha anunciado la primera caída de ingresos en dos años debido a los 820 millones de dólares (915 millones de euros) destinados al pago de indemnizaciones tras los atentados. Los beneficios netos se desplomaron un 81% en el tercer trimestre, hasta los 326,8 millones de dólares. La compañía Berkshire Hathaway ha sido una de las más afectadas, con pérdidas de 2.200 millones de dólares, seguida de Munich Re, con 1.900 millones, y Swiss Re, con 1.200 millones.

Nuevo planteamientoAlberto Manzano, de Mapfre, la compañía líder en España, cree que los atentados 'van a acelerar el proceso de aplicación de precios más realistas que los de los últimos años'.

Álvaro Muñoz, presidente de la patronal del sector, Unespa, cree que los más afectados por la nueva situación serán 'las compañías que aseguran grandes riesgos a empresas con actividad en muchos países y las dedicadas al transporte, sin tener en cuenta las líneas aéreas, que están directamente afectadas'.

Desde Unespa, así como desde varias compañías consultadas, se apunta la llegada de las franquicias en los seguros. 'Será imposible asegurar todos los riesgos desde la primera peseta, porque la prima sería elevadísima. La solución es establecer una serie de riesgos y daños que son asumidos por la empresa y el resto, por la aseguradora', dice Muñoz.

Además de más caros, algunos riesgos son ya casi imposibles de cubrir. El caso más evidente es el de terrorismo. En España funciona con éxito el Consorcio de Compensación de Seguros, que asume estos daños. En otros países, como el Reino Unido, hay un pool de compañías que se hace cargo de este problema, pero en Estados Unidos no hay nada parecido en estos momentos.