Aznar replica al Círculo de Economía en una cena sin la presencia de Fomento

El presidente del Gobierno, José María Aznar, replicó ayer a la queja del mundo económico catalán, contenida en un documento del Círculo de Economía que critica el escaso esfuerzo inversor de la Administración en Cataluña. Lo hizo en una cena organizada por el Instituto de Estudios Superiores de la Empresa (IESE), en la que Aznar exigió la presencia de Salvador Gabarró, presidente del Círculo de Economía.

Al encuentro con el presidente no había sido invitado Juan Rosell, presidente de Fomento del Trabajo Nacional, lo que provocó gran sorpresa en la directiva de la principal patronal catalana. Tampoco fue convocado Antoni Negre, presidente de la Cámara de Comercio de Barcelona, según fuentes de La Moncloa y del IESE. En cambio, sí asistió al encuentro Josep González, presidente de Pimec-Sefes, la patronal minoritaria.

Rosell, que también desempeña el cargo de presidente de Fecsa, ha sido en los últimos años una de las bazas del Gobierno en Cataluña por su conocida afinidad con el PP y su estrecha relación con el vicepresidente económico, Rodrigo Rato. Negre, por su parte, en los 10 años que lleva al frente de la Cámara de Comercio, se ha distinguido por su empeño en paliar el importante déficit de infraestructuras que tiene Cataluña. Fomento, la Cámara, el Círculo de Economía y el Real Automóvil Club (RACC) -integrantes de llamado GTI-4 - son las cuatro entidades que más se han destacado en reclamar mayor inversión pública, tanto de la Generalitat como del Gobierno central.

Aznar defendió ante los empresarios la política de inversiones de su Gobierno y aclaró que el esfuerzo en infraestructuras es mayor en Barcelona que en Madrid, si se incluyen las realizadas en el AVE, según fuentes de La Moncloa. Aznar trasladó a los empresarios que 'si hay pérdida de peso de Cataluña, la pregunta es si el culpable es Madrid', en una velada alusión al papel de la Generalitat.

Aznar aprovechó la reunión para tender puentes con el mundo económico catalán, en el que las tesis nacionalistas cuentan con amplio respaldo. La cena de Aznar en el IESE, en la que también estuvo presente la ministra Anna Birulés, se produjo pocos días después de un encuentro entre Josep Piqué, titular de Asuntos Exteriores, y los 30 miembros del consejo consultivo de Fomento del Trabajo. Una vez más, Aznar y Piqué se han dirigido a los empresarios sin contar con su propio partido. Aconsejado por sus asesores, el presidente aceptó la invitación del IESE tras analizar el contenido del documento del Círculo de Economía.

El reciente documento del Círculo de Economía titulado El papel del Estado en el mantenimiento del equilibrio económico territorial de España, destaca que, desde hace una década, 'las políticas estatales están siendo un factor determinante en la tendencia a la centralización'. El Círculo de Economía afirma que el modelo de crecimiento español mantiene un diseño radial que tiene como centro a Madrid y que se ha reforzado en la etapa del Gobierno actual.

Fuentes gubernamentales se esmeraron en subrayar que la intervención de José María Aznar ante un grupo 'muy restringido' de representantes de la sociedad civil catalana no pretendía 'en absoluto ser un contraataque o una contracena' para con el polémico documento del Círculo de Economía, y desbarataron cualquier posible indicio de que haya un 'clima de confrontación' con el empresariado catalán.

Poco antes del inicio de la cena, mientras Aznar jugaba al pádel con Arantxa Sánchez-Vicario, La Moncloa explicaba: 'El presidente no ha venido con un mensaje predeterminado, pero es evidente que si se puede aprovechar la ocasión para aclarar cosas que para algunos parecen no estar tan claras, pues se aprovecha'. Se trata, pues, de hablar 'a calzón quitado'. Las mismas fuentes subrayaron que los 'datos objetivos' sustentan, incluido el tren de alta velocidad (AVE), que 'la inversión en infraestructuras y fomento del Estado es mayor en Barcelona que en Madrid'. La respuesta del Gobierno es, por tanto, nítida y bastante contundente. En su elaboración han tenido un cierto peso los dirigentes conservadores que cuentan con mayor prestigio en Cataluña por su moderación y conocimiento de los temas empresariales, como el presidente de la Comunidad de Madrid, Alberto Ruiz Gallardón y el mismo Josep Piqué. La presencia de la ministra Anna Birulés, acompañando al presidente Aznar a la cena, llevaba la misma impronta y deslució un poco más si cabe el escaso brillo del aparato del PP catalán.

El Círculo de Economía llegó a formular una petición al Gobierno para que descentralizara su actividad y 'repartiera juego' en todo el territorio, teniendo en cuenta la creciente globalización de la economía y el freno que ello supone para Barcelona y Cataluña. En todo caso, conscientes del caldo de cultivo que se encontraría el presidente del Gobierno al llegar a Barcelona sobre la pérdida de peso económico de Cataluña, las mismas fuentes de La Moncloa concedieron: 'Puede que haya algo de eso', pero añadieron acto seguido: 'La pregunta que cabe formularse es si en la pérdida de peso de Cataluña el culpable es Madrid o si también otros tienen alguna responsabilidad'.

Jordi Pujol insiste

Horas antes de que Aznar 'aclarara en un ambiente de confianza' las tesis del Gobierno ante el grupo selecto de empresarios catalanes, el presidente de la Generalitat, Jordi Pujol, ya se había despachado de nuevo contra el Gobierno del PP por lo que considera su apuesta económica por potenciar Madrid y relegar a Barcelona a un lugar 'subsidiario'.

En una entrevista en COM Ràdio, Pujol atribuyó esta apuesta al 'concepto de España' que tiene el PP, 'con un Estado muy fuerte y una descentralización administrativa, que es lo que ellos quieren que sea la autonomía, pero con los grandes instrumentos de poder concentrados en un solo punto'.

El presidente de la Generalitat ilustró su tesis con un ejemplo: 'El Gobierno español crea unas condiciones del estilo de ustedes jueguen al fútbol, pero la portería de arriba es para nosotros, y la de abajo, para ustedes, por lo que Barcelona ha de jugar a base de empujar la pelota hacia arriba y desde Madrid la empujarán hacia abajo'. Pujol admitió los problemas de Barcelona para atraer sedes centrales de compañías multinacionales en el actual contexto de una economía globalizada y la comparó en este sentido con Lisboa. 'Madrid absorbe muchas sedes para España y Portugal, y ni el Gobierno portugués puede romper esta dinámica', afirmó.

Pero el eterno pulso Madrid-Barcelona no debía acaparar la cita empresarial catalana de Aznar. El presidente del Gobierno tenía interés, según fuentes empresariales, en abordar la situación económica internacional y española. Así, entre algunos de los asistentes a la cena estaban invitados empresarios con presencia internacional, como el perfumista Mariano Puig, Lluís Carulla (Agrolimen) y Antoni Brufau (Gas Natural), los hombres fuertes de algunas de las compañías con mayor presencia en los mercados internacionales. Inicialmente había sido invitado, según la primera lista facilitada por la Delegación del Gobierno en Cataluña y según el propio IESE, Josep Maria Pujol, presidente de la multinacional del sector auxiliar del automóvil Ficosa, que finalmente no acudió a la reunión.