Los hoteleros culpan al Ayuntamiento de una posible bajada de precios

Los hoteleros de Barcelona salieron ayer en defensa de los intereses del gremio y advirtieron de que los precios bajarán el 30% por las facilidades que da el Ayuntamiento para la apertura de nuevos establecimientos. Joan Gaspart, el patrón de Husa, que en los Juegos Olímpicos de 1992 quiso culminar el grupo iniciado por su abuelo en la Exposición Universal de 1929, critica el exceso de oferta. En el mercado barcelonés se abren paso las cadenas más dinámicas del sector, como AC y Hotusa, y las marcas internacionales.

En su calidad de vicepresidente del Gremio de Hoteleros de Barcelona, Joan Gaspart acusó al Ayuntamiento de Barcelona de realizar 'un plan de hoteles encubierto', porque ha habido una recalificación 'excesiva' de espacios para crear hoteles. Gaspart alertó de que, si no hay medidas correctoras, el precio de los hoteles puede caer entre el 20% y el 30% en los próximos cuatro años.

El presidente y el vicepresidente del Gremio de Hoteleros, Jordi Clos y Joan Gaspart, presentaron ayer un estudio realizado por la consultora turística Mazars según el cual el aumento de las plazas hoteleras ha de venir acompañado de un incremento de las infraestructuras urbanísticas y culturales para mantener la ocupación y no generar una crisis en el sector.

En la actualidad, la ciudad de Barcelona cuenta con 43 proyectos hoteleros que pondrán en servicio 6.395 nuevas habitaciones en los próximos cuatro años, las cuales se sumarán a las 18.149 ya existentes. Según el estudio, con estos datos se multiplicará por 1,68 el número de habitaciones abiertas antes de los Juegos Olímpicos, lo que provocará una reducción de la ocupación que podría situarse entre el 60% y el 65%, y una bajada de los precios de entre el 20% y el 30%.

Mazars destaca que en los próximos cinco años la demanda hotelera de la ciudad crecerá el 10,8%, y la oferta, el 48%. Y el mismo estudio de la firma consultora define tendencias: 'Entre enero y agosto de este año la diferencia entre el incremento de la oferta y el de la demanda ha sido de 11 puntos'.

Así pues, el binomio Clos-Gaspart, emblema del sector hotelero barcelonés, retomó ayer, en nombre de sus asociados, la cultura de la queja. En los últimos meses, el Gremio de Hoteleros ha batallado para que el Ayuntamiento cediera a los empresarios autóctonos la gestión del hotel del centro de convenciones del Fòrum 2004. Clos y Gaspart estaban dispuestos incluso a aceptar que el Ayuntamiento implantara un impuesto especial -al estilo la tax de séjour francesa o de la ecotasa de las Baleares- para financiar la construcción del complejo. Algunos hoteleros barceloneses llegaron al extremo de enfrentarse a las cadenas internacionales Hilton, Ritz-Carlton y Meridien, muy contrarias a las tasas, presionando paralelamente al Ayuntamiento para que dejara desierto el concurso público del Centro de Convenciones y encomendara posteriormente su gestión a cadenas locales.

Todo fue inútil. El mercado turístico de Barcelona no parece dispuesto a detener su imparable dinamismo para no lesionar los intereses de una parte del sector. Barcelona ya no es aquel pañuelo en el que sólo cabían algunos de los apellidos de larga tradición en la hostelería catalana. Las condiciones del mercado señalan que ha llegado la hora de las cadenas con valor añadido y que por fin se ha roto el círculo que protegió a los de casa en el Plan de Hoteles de 1992.

Los instersticios del gremio se han convertido en pasadizos por los que emergen los nuevos emprendedores ya consolidados: Antonio Catalán (AC), Bruno Figueras (Habitat), Amancio López (promotor del hotel del Worl Trade Center), David Stein (Florida y Miramar), Barcelona Projets (Juan Carlos I) o Hesperia (torre de Richard Rogers), entre otros.