Supermercados de cuatro ciudades argentinas deciden regalar comida
Intentan acabar con los recientes saqueos
Distintas cadenas de supermercados de Buenos Aires, Rosario y Guaymallén comenzaron a distribuir gratuitamente alimentos a pobres y desempleados para evitar que se repitan los saqueos perpetrados los últimos días. Los productos que se entregan son arroz, harina, fideos, huevos y leche.
Los hurtos en masa a supermercados comenzaron el viernes y se repitieron el sábado en, por lo menos, cuatro ciudades del país, lo cual obligó a las autoridades regionales a reforzar la vigilancia policial armada en esos centros comerciales.
Frente a una docena de centros comerciales de distintas ciudades se produjeron también manifestaciones de personas que decían ser pobres y desempleados, pero en ninguno de los casos se dieron saqueos. Hermes Binner, alcalde de Rosario, unos 350 kilómetros al noroeste de la capital argentina, dijo que los saqueos son 'la lógica consecuencia de un plan económico que está hundiendo al país' y reclamó al Gobierno el envío 'urgente' de 7.000 cajas con alimentos.
Otros jefes municipales lo imitaron con reclamaciones similares o de fondos extras para hacer frente a una situación que no dudaron en calificar como de 'desborde social' por la crisis económica que asola a Argentina desde 1998. Sin embargo, legisladores de la gobernante Alianza y funcionarios regionales acusaron a grupos de la oposición, a los que no identificaron, de incentivar con fines políticos a pobres y desempleados para que hurten alimentos en los supermercados. 'Esos hechos fueron obra de oportunistas políticos que pretenden generar el caos y una mayor preocupación', sostuvo el senador Horacio Uzandizaga, del oficialista partido Unión Cívica Radical (UCR).
Según datos oficiales, el desempleo y el subempleo afectan a unos 5 millones de personas y cerca de 14 millones de los 36 millones de habitantes de Argentina viven en la pobreza. Los saqueos a supermercados se multiplicaron por decenas a principios de 1989, cuando Argentina estaba sacudida por una crisis económica agravada por altos índices de inflación. Entonces, las autoridades denunciaron que grupos políticos de ultraizquierda y ultraderecha organizaban a pobres y parados para robar comida.
Una encuesta publicada hoy por un diario argentino desmuestra que 9 de cada 10 ciudadanos de Argentina considera que la situación del país suramericano es 'mala' o 'muy mala', al tiempo que explica que la mitad de la ciudadanía estima que Argentina podría caer muy pronto en una situación de suspención de pagos o default.
Por otra parte, la participación de capital extranjero en las grandes empresas argentinas ha crecido en los últimos años y alcanzaba en 2000 el 62,2% del total frente al 51% en 1995, según los datos del Instituto Nacional de Estadísticas y Censos.
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