Backup
La palabra backup (también escrita back-up), en el sentido de 'reserva' o 'repuesto', apareció en el inglés de Estados Unidos en el siglo XX. Los ejemplos más antiguos que aporta el Oxford English Dictionary son de la jerga militar o espacial de los años cincuenta, para aludir a un sistema de comunicaciones de seguridad, o a un cohete preparado por si fallaba el primero.
La llegada de los sistemas de computación (en los que, lamentablemente, las cosas tenían gran tendencia a fallar) provocó que surgiera un uso especializado: 'duplicado de un disco o un archivo, etc., para uso en caso de pérdida o corrupción del original'.
Como ha ocurrido en tantos otros casos, se ha extendido mucho el uso directo de la palabra inglesa (pronunciado aproximadamente bacap). Como nombre, se habla de 'el backup de un archivo' y como verbo se usa 'hacer backup' o, si el hablante tiene prisa backapear ('¡No cierres!: tengo que backapear unos datos.').
Estas formaciones verbales españolas a partir de una palabra inglesa son frecuentes: attachear, espamear, chatear o escanear... Pero fijémonos que algunas de ellas ya nos suenan perfectamente familiares.
Sin embargo, los hablantes más cuidadosos usarán como nombre 'copia de seguridad' y como verbo 'hacer una copia de seguridad', lo cual puede ser considerablemente más largo que usar el anglicismo (en el último caso son 11 sílabas frente a las cuatro de backapear). El intento de usar 'copia de respaldo' o sencillamente 'respaldo' no ha triunfado.
Cualquier usuario de equipos informáticos entra en el círculo paranoico de hacer constantemente copias de seguridad, copias de copias (conservadas además en lugares distintos, por si las moscas), etc.
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