Fantasmas

El ciclo no da para más alegrías. Hace seis meses ni los más optimistas hubieran confiado en que el consumo privado estadounidense estuviera creciendo a tasas próximas al 3% respecto al pasado año. Pero los patrones de crecimiento siguen sin inspirar la confianza suficiente en los agentes económicos. Es evidente que el cuadro macroeconómico no es recesivo, pero tampoco permite alejar los fantasmas que vienen advirtiendo de los riesgos de una recaída de la actividad y, sobre todo, de la demanda.

Fantasmas que han resucitado al calor de unos mercados que están poniendo de manifiesto la fragilidad de un escenario que descansa excesivamente en la eficacia de las medidas de estímulo en la locomotora estadounidense. Porque realmente está siendo la discrecionalidad de las autoridades de aquel país la que ha inyectado los fundamentos que alimentan las otras dos áreas geográficas.

El cuadro no es recesivo, pero tampoco permite alejar los fantasmas que vienen advirtiendo de los riesgos de una recaída

Tal vez sea una nueva sobre reacción del mercado mientras prosigue la purga de una burbuja que lleva corrigiendo dos años. Y por el momento hay, en nuestra opinión, más evidencias de que la economía sigue su curso de paulatina reactivación de las que nos aproximan a un escenario recesivo. Que los datos de un sólo mes hayan servido para devolvernos al 11 de septiembre demuestran el elevado grado de incertidumbre que aún atenaza a los inversores.

Y mientras tanto el viejo continente se apega a su modelo de vieja economía, sin que el sector privado invierta en nuevo tejido productivo, debatiendo sobre los riesgos de generar desequilibrios coyunturales en las cuentas públicas o la conveniencia de medidas estructurales que parecen sólo contemplar la flexibilización del mercado de trabajo. Habrá que confiar en que no se agote el combustible de las familias norteamericanas y que la peligrosa convivencia con unos mercados financieros a los que les sobra escepticismo no termine lastrando al ciclo.

César Cantalapiedra y Miriam Nogales son, repectivamente, director de análisis y analista de renta variable de AFI.