EL REY FAHD APLAZA POR SEGUNDA VEZ EN UNA SEMANA SU LLEGADA A MARBELLA
Comerciantes, hoteleros y parados de la ciudad malagueña se frotan las manos y esperan obtener importantes ingresos durante la estancia del séquito real
Marbella se quedó ayer esperando una vez más al rey Fahd, que ha retrasado su viaje por segunda vez en esta semana. Pero en el fondo no es más que la rutina de siempre. Lo cierto es que no sería la primera vez que se anuncia la visita del monarca y se realizan todo tipo de preparativos y al final todo queda en nada. Sin embargo, en esta ocasión todo apunta a que no es más que una simple demora, sobre todo a la vista de las molestias que por ahora se han tomado.
De hecho, el palacio ha reservado más de 200 habitaciones, la mayoría suites, en hoteles de cinco estrellas desde Marbella a Estepona; se han alquilado chalets y lujosas villas, por 180.000 euros al mes (30 millones de pesetas), y hay preparados 200 Mercedes para la comitiva real, formada por unas 1.200 personas. Incluso se han solicitado 500 teléfonos móviles.
Algunos hoteles, como el Kempinski de Estepona, han reforzado su plantilla para atender a los familiares del regente, que han exigido la reforma y redecoración de sus habitaciones, menús especiales, instalación de centralitas y grandes televisores en las estancias. El barco del monarca, Al Diriyah, de 70,78 metros de eslora y 11,31 metros de manga, está atracado desde el jueves en el dique de levante de Puerto Banús, donde llegó procedente de Cannes. Para algunos es el anuncio más certero de que la llegada del monarca.
Por si esto fuese poco, los servicios de seguridad del rey saudí han supervisado cada detalle de su llegada, y se han tramitado los permisos pertinentes para que la guardia privada del regente pueda portar armas en España.
Se prevé que el Ministerio de Interior envíe además una unidad especial del Cuerpo Nacional de Policía, como ya hizo en el año 1999 durante la última estancia del rey Fahd en el palacio Mar Mar, una réplica de la Casa Blanca norteamericana situada en plena milla de oro de Marbella.
La finca real, que el monarca mandó construir en 1976, no sólo engloba al palacio, sino también un número indeterminado de mansiones, chalets de lujo y pabellones. La remodelación de todo el conjunto, que ha costado casi 200 millones de euros, concluyó hace varios meses, y se incorporaron, entre otras dependencias, un centro de comunicaciones y un hospital con quirófano incluido.
No es un secreto que el rey Fahd, de 82 años, tiene una salud delicada. En 1995 sufrió una embolia cerebral. Dos años después le fue extirpada la vesícula biliar y en 1999 fue operado de un coágulo en el ojo. En la actualidad sufre diabetes, artrosis y tiene problemas de corazón, esto sin contar que hace tres meses se le intervino de cataratas en Ginebra (Suiza), de donde se desplazará a Marbella, si no hay cambios de última hora.
Con este currículo no es extraño que el hospital Costa del Sol se haya preparado para actuar en caso de necesidad y haya habilitado una habitación totalmente aislada en la quinta planta para el rey saudí. Sin embargo, es poco probable que el monarca, que viaja con su propio equipo médico, recale en el centro hospitalario.
Mientras tanto, cientos de saudíes, pertenecientes al séquito real, se han empezado a hacer visibles en las calles de Marbella, procedentes en su mayoría de Suiza, para regocijo de una ciudad que confía en obtener un buen negocio de la estancia del rey Fahd. Se calcula que durante su última visita, hace dos años, el séquito real dejó unos ingresos de unos 90 millones de euros en comercios, hoteles, inmobiliarias y restaurantes en tan apenas dos meses y medio.
Varios camiones han empezado a descargar maletas en los diferentes establecimientos hoteleros, y algunos familiares del monarca, entre éstos su mujer y su hermano Salman, se encuentran ya en palacio ultimando los detalles de la llegada del monarca.
Se espera que el rey saudí reciba la visita de importantes dignatarios internacionales durante su estancia en Marbella, como ya ocurrió hace dos años. Fuentes próximas a la casa real saudí explicaron que el protocolo establece que el primero en hacerlo sea el Rey de España, que ya visitó al monarca dos veces durante los dos meses y medio que permaneció en el año 1999, al que podrían seguir el presidente del Gobierno, José María Aznar, el secretario de Estado de Estados Unidos, Colin Powell, y otros mandatarios árabes
200 personas hacen cola en busca de empleo
Unas 200 personas hacen cola cada día a la puerta del palacio del rey Fahd en Marbella, en busca de un trabajo bien remunerado. Se dice que la familia real saudí paga generosamente un emolumento de 500.000 pesetas mensuales, lo que no es poco. Algunos llegan a la salida del sol, con su pequeño cámping gas y su manta a cuestas, y se marchan a la caída de la noche con la confianza de ser elegidos para formar parte de la servidumbre de la mansión real, sin importar mucho cuál sea el tipo de trabajo. Les da igual si es para trabajar en la cocina, en los jardines o limpiando, la cuestión es conseguir el puesto.
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