CARDINALE RINDE HOMENAJE A VISCONTI

Claudia Cardinale, una de las grandes actrices del cine europeo, se conmovió ayer durante un nostálgico paseo por un peculiar túnel del tiempo construido con los vestidos más famosos de las películas y adaptaciones teatrales del realizador italiano Luchino Visconti. Cardinale, que con Visconti rodó una de sus obras más importantes, El gatopardo, fue la madrina de esta muestra, montada en la ciudad de Ancona, al noroeste de Roma, con motivo de la reapertura, tras sesenta años en el olvido, del Teatro de las Musas, con ella misma de protagonista. Ante el vaporoso vestido blanco que llevó durante la famosa escena del baile de El gatopardo, Cardinale se vio desbordada por la emoción y los recuerdos, pese a que el hábito era en este caso una simple réplica. Piero Tosi, el principal colaborador de Visconti para el vestuario, explicó que el original 'prácticamente se desintegró' después de que fuera alquilado innumerables veces. Cardinale no cedió a este detalle y rememoró en voz alta los pormenores vinculados a aquella película y a aquel vestido. 'Para lucir la cintura de avispa requerida por el traje tuve que ponerme un busto con refuerzos metálicos, y como el rodaje de esta escena duró un mes y medio, al final tenía heridas en la cintura', recordó. La actriz admiró en su paseo el llameante vestido diseñado por el pintor español Salvador Dalí para Rina Morelli en Rosalinda (1948), las indumentarias barrocas creadas por Mario Chiari para Vittorio Gassman y Paola Borboni en Orestes (1949) y el modelo color nata que se enfundó María Callas en Sonámbula (1955). Más allá, se detuvo ante el traje de raso negro de Ingrid Thulin en La caída de los dioses, los terciopelos rojo y oro de Ludwing o aquellos de finales del siglo XIX que vistieron los personajes de Muerte en Venecia y El Inocente, el último filme que rodó Visconti, en 1976. Cardinale inauguró la reapertura del Teatro de Ancona hace dos días, donde interpreta la obra de Pirandello Como tú me desees, dirigida por su marido, Pasquale Squiteri.-