Robertson afirma que la OTAN apoyará a la ONU en la crisis
Irak estuvo ayer bien presente en la ceremonia oficial de relevo en el mando supremo militar aliado en Europa, que por primera vez en la historia recae en un representante del cuerpo de marines, el general norteamericano James Jones. "Estoy convencido de que, cualquiera que sea la misión de la OTAN, será un éxito", dijo poco antes de asumir el cargo en el cuartel general aliado de Mons, a unos 60 kilómetros al sur de Bruselas.
En la ceremonia estuvo el subsecretario de Defensa de Estados Unidos, Paul Wolfowitz, el más duro halcón del Pentágono, que ha solicitado el apoyo militar de la Alianza Atlántica, sobre todo en la protección de Turquía, en caso de guerra con Irak.
El secretario general de la OTAN, el británico George Robertson, describió ayer la petición norteamericana como un ejercicio "normal, prudente y disuasorio de planificación de defensa", recalcó que nadie se ha marcado plazos y que se sigue confiando en que Bagdad cumpla la resolución 1.441 del Consejo de Seguridad. Preguntado sobre la actitud de Alemania, dijo "no tener dudas" de que será coherente con el compromiso suscrito en la cumbre de Praga, el pasado noviembre, de ayudar a la ONU para hacer efectiva esa resolución.
El general Jones, de 59 años, licenciado en Ciencias por la Universidad de Georgetown, es un veterano de la guerra de Vietnam que ha participado en misiones en el norte de Irak y que cuenta con excelentes contactos políticos en el Congreso. Vivió toda su infancia y parte de la adolescencia en París. "Tiene un pie europeo y otro norteamericano", describió su currículo Robertson. Reemplaza a su compatriota el general del Aire Joseph Ralston que, tras tres años en Europa, quiere dar ahora el salto a la política y aspira a ser senador republicano por Alaska.
Nuevo comandante supremo
Para muchos analistas no pasa inadvertido el hecho de que el nuevo comandante supremo proceda de un cuerpo expeditivo justo cuando la Alianza Atlántica está decidida a poner en marcha cuanto antes una fuerza de respuesta rápida para crisis fuera de su ámbito geográfico.
"No está aún claro si habrá guerra. En cualquier caso, el papel que pueda desempeñar la OTAN será decidido por la propia organización", afirmó el nuevo jefe militar, quien destacó, por otro lado, la importancia de mantener a buen nivel las relaciones transatlánticas, así como desarrollar plenamente la colaboración entre la Unión Europea y la Alianza Atlántica.
El cargo corresponde siempre a un militar norteamericano desde la fundación de la OTAN, hace más de medio siglo. El primero fue el general Dwight Eisenhower. A Jones le compete también la jefatura de las fuerzas norteamericanas establecidas en Europa.
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