En España, menos fumadores y más fumadoras

Fumar ya no es cosa de hombres. Pero, ¿cuándo empezaron a dejar el tabaco los españoles? ¿Cuándo empezó a aumentar el consumo entre las españolas? Hasta ahora no se tenían respuestas tan claras y precisas como las que se condensan en el gráfico adjunto. A mediados del siglo XX, fumaba en España uno de cada dos hombres frente a sólo una de cada 100 mujeres. Hasta 1970, fumaba menos del 5% de las mujeres, pero en 1975 ya era el 10%; en 1980, el 15%; en 1985, el 20%. Y el porcentaje de fumadoras mayores de 16 años ha seguido subiendo, empezando a estabilizarse en los últimos años. Pero sin descender todavía.

La evolución del tabaquismo entre los varones ha sido bien diferente. Hasta 1975, el porcentaje fue creciendo por encima del 50%, y durante la década de 1975 a 1985 se estabilizó cerca del 60%. A partir de entonces empezó a decrecer y no ha parado todavía. El porcentaje de fumadores mayores de 16 años está ahora por debajo del 50%. Las tendencias son contrapuestas, aunque todavía hay dos fumadores por cada fumadora.

Todos estos datos provienen de un trabajo que presenta la evolución de la prevalencia de tabaquismo en la población española en las últimas cinco décadas del siglo XX, publicado en la revista Medicina Clínica del 18 de enero. El estudio, firmado por el grupo de Esteve Fernández, del servicio de Prevención y Control del Cáncer del Instituto Catalán de Oncología, "reconstruye" año tras año, desde 1945 a 1995, la evolución de las tasas de fumadores y fumadoras en España.

La reconstrucción de la historia reciente del tabaquismo se ha hecho a partir de las encuestas nacionales de salud realizadas por el Ministerio de Sanidad en 1987, 1993, 1995, 1997 y 2001. Estas extensas y profundas encuestas a miles de españoles han permitido rastrear hacia atrás en el tiempo los hábitos tabáquicos.

La expansión del hábito entre las mujeres empezó a finales de la década de 1960 y principios de la de 1970, "particularmente a expensas de mujeres con estudios universitarios o medios, si bien en la actualidad no existen diferencias en el patrón de inicio según el género, aunque es más elevado en los grupos socioeconómicos más desfavorecidos".

Pero la película del tabaquismo todavía no ha llegada al final. Según el modelo epidémico de A. D. López, en la fase I el tabaquismo es raro y típico de clases altas; en la fase II, el consumo se extiende, sobre todo en varones con mayor nivel socioeconómico; en la III, empieza a disminuir en varones, especialmente en los de mayor nivel, mientras que en las mujeres, con un desfase de 20 a 30 años, crece hasta estabilizarse. España todavía no ha entrado en la fase IV, en la que el consumo desciende en ambos sexos y se concentra en las clases más desfavorecidas.

La película del cáncer de pulmón viene después., con un retraso de varias décadas.