El número de menores inmigrantes marroquíes creció el 40% en sólo un año
El número de menores inmigrantes marroquíes no acompañados que viven en España pasó de 2.548 en 2001 a 3.500 en 2002. Este aumento del 40% ha creado una bolsa de muchachos que ha saturado los centros de acogida de varias comunidades autónomas y ha hecho mucho más difícil su integración. El problema fue expuesto por las autoridades del Ministerio del Interior a sus interlocutores llegados de Rabat durante la reunión del grupo de trabajo hispano-marroquí que se celebró el lunes en Madrid.
El crecimiento de la cifra de menores marroquíes es constante desde 1998, año en el que fueron contabilizados 811. En 1999 había el doble, 1.623. En 2000, el número aumentó hasta 2.203. En 2001, las estadísticas oficiales recogieron 2.548. El año pasado el salto fue espectacular: 3.500, a 31 de diciembre.
Los diez consulados que Marruecos tiene en España comenzaron a analizar ayer la documentación proporcionada por las delegaciones del Gobierno sobre la identidad de estos muchachos. Esta cooperación, que fue acordada por el grupo de trabajo hispano-marroquí, se había quebrado hace 15 meses, después de que Rabat llamara a consultas a su embajador en España.
La actitud del Gobierno marroquí había ido endureciéndose progresivamente, hasta el punto de que hace dos meses sus consulados prácticamente rechazaban cualquier gestión para reconocer a los menores, localizar a sus familias y facilitar el reagrupamiento previsto en la ley.
Durante el encuentro del lunes, ambas partes también acordaron elaborar unas reglas comunes para abordar la devolución de estos muchachos, en el marco de la Convención de los Derechos del Niño, que han suscrito los dos Estados.
Aunque la repatriación de los menores es competencia del Gobierno central, su tutela corresponde a las comunidades autónomas. El bloqueo de las devoluciones ha creado una presión brutal en algunas de ellas.
En Andalucía, por ejemplo, hay 700 menores marroquíes. En Cataluña, 360. En Canarias, 230. En Madrid, 220. Y en las ciudades autónomas de Ceuta y Melilla, 80 y 125, respectivamente. En cuanto a las repatriaciones, oscilan entre el 1% en Madrid y el 5% en Andalucía.
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