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Nélida Piñon reivindica la lectura para no ser manipulados

"Hace más de treinta horas que no duermo", alertó Nélida Piñon. Acababa de llegar de Brasil y sin receso alguno acudió al Palacio de la Magdalena, en Santander, donde tenía un encuentro con los periodistas. La escritora brasileña, nacida en Río de Janeiro en 1937, apareció muy elegante y no dejó entrever su cansancio. Derrochó alegría y vitalidad durante toda la charla.

Piñon aseguró que siempre se tiende a mitificar el pasado asegurando que antes se leía más. "Cuando iba al colegio, la única que leía y devoraba libros en mi clase era yo", aseguró. Pero reconoció que el mal uso de la lengua sí que le parece un síntoma de falta de lectura, y mostró gran preocupación ante esta situación. No aboga por obligar a leer, pero sí por proporcionar a todo el mundo esa posibilidad. Para ello considera muy necesario una mayor implicación en la educación. "Cuanto más se lee, más difícil es que te manipulen, porque el libro es pensamiento". La lectura es un gran acto de libertad y reciprocidad, dijo. Explicó que le encanta la complicidad entre texto y lector, porque uno puede releer, dejar un libro por otro o incluso leer y no entender. "Es fantástico, porque con ello no se acepta lo que nos viene dado, sino que seleccionamos lo que nos interesa, cosa que no sucede con las imágenes".

La escritora brasileña de padres gallegos está estos días en Santander, donde mañana recibirá el XVII Premio Internacional Menéndez Pelayo. Además de ser una mujer joven de espíritu, abre caminos. En 1996 fue la primera mujer en dirigir la Academia Brasileira de la Letras, y ahora se convierte en el primer autor en lengua portuguesa y en la primera mujer que recibe este premio, que en años anteriores fue concedido, entre otros, a Ernesto Sábato, Francisco Rico, Miguel León Portilla y Mario Vargas Llosa. La laudatio en la entrega la leerá este último. "Es un honor que mi amigo Mario, con el que comparto una gran pasión por la literatura y al que conocí hace más de 30 años en Barcelona, esté presente de forma activa en el acto", comentó con una sonrisa.

Compromiso con el texto

Piñon es una mujer combativa. Hacer frente a las presiones del mercado es otro de los temas que más le inquietan. "El mercado ejerce mucha presión, pero no puede hacer que un escritor cambie su pasión y su creación", resaltó. "Cuando uno escribe no tiene que pensar en el lector. Hay que tener un gran compromiso con el texto y creer en lo que uno hace".

Por otra parte, se muestra contenta con el cambio político en su país. Está feliz con su nuevo presidente. Habla muy bien de Inazio da Silva, Lula, y asegura que tiene mucho mérito que alguien que no viene de la pobreza, sino "de algo mucho más pobre que la pobreza", haya llegado tan alto y mantenga sus ideas de compromiso social. Espera que el Premio Príncipe de Asturias recibido por Lula, y el que le entregarán a ella mañana, dotado con 48.000 euros y la medalla de la UIMP, sirva para acercar todavía más a Brasil al mundo hispánico.

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