El Gobierno francés suprimirá hasta 5.000 puestos de funcionarios públicos en 2004
El Gobierno francés suprimirá entre 4.500 y 5.000 puestos de funcionarios el año próximo, por el procedimiento de no sustituir a la mitad de los que lleguen a la edad de jubilación. La reducción es pequeña en relación con el volumen total de la función pública en Francia, en la que trabajan cinco millones de personas (sumando todas las Administraciones del Estado), pero supone una rebaja menos simbólica que la emprendida por la derecha tras su instalación en el poder, hace quince meses.
Sin confirmación oficial, el ministerio más afectado por el recorte de efectivos será el de Economía, donde se perderán 2.000 puestos, y el de Educación, que prevé un millar menos de personas en el desempeño de tareas administrativas. La regla general de reducir los empleos no se aplicará a los departamentos de Interior, Defensa y Justicia, cuyos titulares tienen reconocidos planes plurianuales para mantener o incrementar el personal disponible, según los casos.
La supresión de los puestos de funcionarios se agrega a la eliminación de los empleos jóvenes en el sistema educativo, pero el impacto de esta medida resulta difícil de valorar. Los jóvenes que trabajan en los centros de enseñanza, al amparo de un contrato especial creado por el anterior Gobierno de izquierda, serán sustituidos por otro tipo de ayudantes, según ha prometido el ministro de Educación para desactivar una de las espoletas de las huelgas de enseñanza que se temían en el comienzo del presente curso.
Sueldos congelados
Siempre según los sindicatos, los funcionarios públicos constituyen las víctimas predilectas de la acción del Gobierno que preside Jean-Pierre Raffarin. Sus sueldos permanecen congelados desde 2002 -no ha habido revalorización de los salarios durante el año en curso- y además constituyen el colectivo afectado de manera más inmediata por la reforma de las pensiones, ya que de aquí al año 2008 subirá en 2,5 años el tiempo de trabajo necesario para que el empleado público pueda jubilarse con pensión plena.
No menos simbólica es la voluntad de la empresa estatal de ferrocarriles (SNCF) de reducir también sus efectivos. El duro castigo sufrido durante las huelgas de la pasada primavera hace menos extraño el anuncio de que las 2.000 jubilaciones previstas este año no serán cubiertas por nuevas contrataciones, según la cifra precisada por el presidente de la compañía, Louis Gallois, que el sindicato Force Ouvrière (FO) supone que será mayor.
Las huelgas de la primavera y el verano costaron 250 millones de euros a la empresa ferroviaria francesa, que aun así ha seguido contratando nuevo personal en este año.
La Confederación General de Trabajadores (CGT), mayoritaria tanto en los ministerios como en los hospitales y en las colectividades locales, habló ayer claramente de "regresión social", pero no anticipó ninguna medida concreta de protesta.
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