El plan de impulso franco-alemán cae en saco roto
Los analistas acogen con frialdad la iniciativa
La idea franco-alemana de insuflar aliento a la anémica economía europea ha tenido una fría acogida entre los analistas. Los 10 proyectos de desarrollo propuestos por el presidente francés Jacques Chirac y el canciller Gerhard Schröder, evaluados en unos 3.000 millones de euros, tampoco han encontrado eco en Bruselas, donde la iniciativa se ve como una continuación parcial de programas ya apalabrados, y con escepticismo por la opinión pública.
A Chirac y Schröder se les reprocha los vagos términos en la definición de objetivos, la falta de calendario y la necesidad de una evaluación económica más precisa. Igualmente, se duda del entusiasmo de la iniciativa privada para involucrarse en muchos de sus planteamientos.
Las cuatro grandes áreas del plan inciden en telecomunicaciones, investigación y desarrollo, transportes y desarrollo sostenible.
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