España y Grecia, contra el cambio en las ayudas al aceite, algodón y tabaco
Marruecos exportará a la UE hasta 220.000 toneladas de tomates
España y Grecia no están felices con los cambios que se avecinan en productos tan básicos para ambos como el aceite de oliva, el algodón y el tabaco. Arias Cañete tildó las modificaciones propuestas por la Comisión Europea de "radicales" y "drásticas", aunque prometió una posición más definida tras consultar al sector y a las comunidades autónomas. Bruselas acordó con Marruecos que éste exporte 220.000 toneladas de tomate.
Los ministros de Agricultura, reunidos ayer en Bruselas, debatirán este asunto en mayor profundidad en su próximo consejo de octubre. Mientras tanto, el comisario europeo Franz Fischler anunció en los pasillos el preacuerdo alcanzado con Marruecos que le permitirá exportar hacia la UE hasta 220.000 toneladas anuales.
Arias Cañete preguntó a sus homólogos de la UE si es lógico acometer más cambios en las subvenciones europeas habida cuenta del fracaso de la ronda de la Organización Mundial del Comercio (OMC) en Cancún, a pesar de la profunda reforma agraria acordada en Europa. El sistema actual del aceite de oliva, por el cual España tiene garantizada una cantidad anual (el año pasado fue de 1.030 millones de euros) que se basa en la cantidad producida, está funcionando bien a ojos del ministro como para cambiarla.
La Comisión Europea propone mantener prácticamente el mismo nivel de ayudas a escala nacional, pero otorgar el 60% de las mismas en un pago único por explotación que no estaría basado en la producción y el otro 40% lo distribuiría cada país con miras a evitar el abandono de la producción en las zonas de bajo rendimiento.
A España le gustaría que las proporciones fueran a la inversa (sólo 40% en pago único), pero, además, quiere aclarar puntos oscuros, como si ese dinero que distribuirá cada país tendrá que ser asignado sólo a las zonas de bajos rendimientos.
Arias Cañete manifestó también su temor a que la reforma del algodón, que va en la misma línea que la del aceite, genere mayor desempleo e, incluso, se mostró en contra de desviar parte de las ayudas al tabaco para buscar cultivos alternativos, señalando que estas medidas no tendrán ninguna incidencia en el consumo, importado en el 80%.
En el polo opuesto se manifestaron Dinamarca y Suecia, que desean terminar totalmente con las ayudas al cultivo del tabaco en Europa. Éstas fueron en 2001 de 973 millones de euros, repartidos fundamentalmente entre Grecia (376 millones), Italia (339) y España (115).
El comisario de Agricultura, Franz Fischler, recordó que estos tres cultivos mediterráneos, que no estaban incluidos en la reforma general de la PAC (Política Agraria Común), se tienen que ver afectados por los mismos principios de aquella reforma: las ayudas quedarán congeladas y las grandes explotaciones percibirán a partir de 2007 un 5% menos.
Por otra parte, Fischler, en respuesta a una pregunta de la agencia Efe-agro, anunció el acuerdo, pendiente aún de ratificación oficial, alcanzado ya con Marruecos para que éste pueda exportar a la UE 175.000 toneladas anuales sin arancel que podrían aumentar progresivamente hasta las 220.000 en cuatro años bajo la condición de que el país vecino cumpla con los límites establecidos en cada campaña anterior.
Los productores de tomate españoles ya se han mostrado anteriormente contrarios a cualquier aumento de las cuotas establecidas en este sector para Marruecos y que el pasado año fue de 168.757 toneladas. Fuentes oficiales españolas apuntan, sin embargo, que el acuerdo afecta muy poco al sector español.
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