El 90% de los donativos que reciben las arcas de los partidos políticos son anónimos y opacos
Las donaciones 'oscuras', en aumento, son 10 veces superiores a las transparentes
El 90% de los donativos que declaran recibir los partidos políticos son opacos, según se desprende de las últimas fiscalizaciones del Tribunal de Cuentas. Los partidos con responsabilidades de gobierno, PP, CiU y PNV, son los que más donativos anónimos reciben para costear su funcionamiento interno y éstos son 10 veces superiores a los pagos nominales y transparentes que entran en sus arcas. El órgano fiscalizador reclama una nueva ley de financiación para acabar, entre otras irregularidades, con la opacidad de estos donativos, prohibidos en Francia, Italia, Reino Unido y Alemania.
"Tenemos idealistas e interesados que te dicen que les tengas en cuenta. La vida es así"
"Ahora te admiten el donativo en A o en B. Está consolidada la cultura de la maleta"
El PP y CiU recaudan por esta oscura vía 10 veces más que el PSOE, el de mayor deuda
En 2001, último año auditado por el Tribunal de Cuentas, el total de donativos declarado por el PP, PSOE, CiU y PNV ascendió a 8,3 millones de euros. Un total de 7,4 correspondieron a donantes anónimos (90%), frente a 869.848 euros correspondientes a entregas nominales de personas físicas y jurídicas, de los que 704.882 fueron a las arcas del PP. De estos últimos, 339.244 se recibieron en sedes populares "no analizadas", por lo que no se han investigado.
¿Quiénes son los generosos donantes que en 2001 entregaron estos 8,3 millones de euros a cuatro partidos políticos? ¿Los donantes anónimos se cobran favores por depositar su dinero en las arcas de los partidos? ¿Por qué los partidos se niegan a modificar una ley que favorece el ocultismo, la trampa y permite recaudar donativos en cantidades que algunos expertos califican de "monstruosas"?
Euskadi y Cataluña son las comunidades autónomas donde existe una mayor tradición en la financiación de los partidos mediante donaciones privadas. Iñaki Anasagasti, portavoz del PNV en el Congreso de los Diputados, es la persona que aporta más detalles a la hora de describir el perfil del donante de esta formación política, que en 2001 declaró haber recaudado 800.000 euros en donativos anónimos: "Tenemos a los idealistas, pero también a los interesados. Esos que te dicen que les tengas en cuenta cuando estés en la Administración. La vida es así.... No recibimos donativos de grandes empresas, somos un partido de pymes, no de macro".
Carles Torrent, responsable de finanzas de Convergència Democrática de Catalunya, el partido que junto a su socio Unió Democrática recibe más donativos anónimos ( 3.556.417 entre ambas formaciones), señala que su partido es "interclasista" y que sus donantes son profesionales y empresarios. "Aquí recaudamos más por pura cultura democrática. Consideramos que el partido es imprescindible en la vida política y que hay que ayudarle. Hay un acercamiento natural. No hace falta pedirles", asegura.
Convergència tiene desde 1995 un sistema de bonos, "similares a los que había en la Guerra Civil", que los donantes anónimos suscriben con un banco y que van de 50 a 200 euros. Como la ley bancaria exige que se identifiquen los ingresos superiores a 3.005 euros, se ha fijado el tope en esa cantidad. "Cuando alguien quiere dar más lo entrega con cheque bancario", señala Torrent. ¿Cuál es el banco que emite estos bonos? "Permítame no decírselo", responde el gerente.
Antoni Isaac, secretario de finanzas de Unió Democrática de Catalunya, asegura que ignora quiénes fueron los donantes anónimos que en 2001 les entregaron 1.683.002 euros, pero los describe como "profesionales de nivel cultural elevado, empresarios y gente burguesa". "Las entregas suelen ser en metálico, y las reciben los cuadros del partido, no los representantes políticos", puntualiza. "La dimensión de CiU favorece este tipo de aportaciones. La gente nos ve más próximos y cercanos. Hay una visión más pragmática de entender que hay que pagar un precio por todo lo que funciona".
¿Cuál es el mayor donativo anónimo que recuerda? "Un sobre con 4,5 millones de las antiguas pesetas que donó uno de los asistentes a un congreso del partido en Sitges", responde el responsable de las finanzas de Unió.
El PSC, que en 2001 recaudó en donativos anónimos 431.316 euros, más del doble que el PSOE, dice que sus contribuyentes son heterogéneos. Joan Rangel, su responsable de finanzas, los describe así: "Desde afiliados y simpatizantes hasta empresarios. No son grandes empresarios, sino los típicos del tejido industrial catalán".
El mundo de las finanzas y la empresa, antiguo coto particular de CiU, ha sido invadido por los socialistas. Desde 1999 y sólo en periodo electoral, los socialistas catalanes sientan a la mesa de Pasqual Maragall, su candidato a la presidencia de la Generalitat, a centenares de empresarios, la cr
ème de la crème del mundo financiero catalán, para que les explique su programa y pasen por caja. Cada comensal paga 600 euros por escuchar su programa. Este modelo de financiación, copia del norteamericano, ha levantado ampollas entre los nacionalistas.
Desde el pasado mes de julio, más de 1.000 empresarios han pagado por sentarse con Maragall en tres cenas celebradas en Barcelona, Girona y Tarragona en las que el candidato socialista explicó su programa con vistas a la cita electoral del próximo 16 de noviembre. "Es la mejor fórmula para garantizar la transparencia en la financiación. Los que vienen saben que vienen a escuchar y a colaborar. Tampoco abusamos", señala Rangel.
Desde que está en la oposición, el PSOE ha visto cómo sus donativos caen. En 2001 sólo recaudó 175.367 euros en ayudas anónimas, frente a los 2.521.353 del PP. Captó 18.030 euros en donativos nominales, mientras los populares declararon 694.882. "Tenemos dos clases de donantes: la gente mayor que es del partido de toda la vida y te donan su casa (yo soy albacea de dos personas), y los profesionales, pequeños comerciantes y autónomos", explica Ramón Moreda, gerente del partido. ¿Y empresarios? ¿El PSOE no recibe donativos de empresarios? "Cada vez menos. Tienen que traer el acta del consejo de administración aprobando la donación, y eso dificulta mucho. La última que recuerdo fue hace un año. Un empresario de servicios de Madrid, dueño de una compañía con un centenar de trabajadores, nos entregó 50.000 euros. Dijo que estaba molesto con la política del PP y que quería colaborar. No los buscamos, ellos se acercan al partido".
Luis Bárcenas, gerente del PP, declina comentar a este periódico el perfil de sus donantes, aunque un portavoz del partido los define como "representantes de todos los colectivos de la sociedad, desde pensionistas hasta comerciantes y empresarios de todos los tamaños". Para Vicente Martínez Pujalte, diputado del PP y portavoz de economía en el Congreso, una parte de los 3,2 millones que recibieron en 2001 proviene de aportaciones de cargos electos para sufragar la seguridad de los amenazados.
Huir de la transparencia
La ley de financiación establece que todos los donativos se deben ingresar en cuentas específicas abiertas por los partidos para este fin, pero distingue entre los de campaña y los destinados a gastos ordinarios. Los de campaña tienen un inconveniente: obligan a identificar al donante, con nombre, apellido, domicilio y DNI, y a mostrar al Tribunal de Cuentas el justificante del ingreso. Eso explicaría que los partidos no recaudan casi nada por esta vía clara y transparente, pese a que no hay un límite en la recaudación.
Los segundos tienen excesivas ventajas: son anónimos, es decir, completamente opacos ante el control y fiscalización de su origen. Tienen un tope de 60.000 euros por persona o entidad jurídica y no pueden superar el 5% de las subvenciones que el Estado entrega a los partidos cada año. Es decir, que el PP y el PSOE pueden ingresar cada año en esta oscura hucha más de tres millones de euros cada uno.
El Tribunal de Cuentas reconoció, en un informe fechado el pasado 27 de febrero, su incapacidad para controlar las donaciones anónimas, ya que la ley facilita toda clase de trampas y picaresca. Así, el órgano fiscalizador que preside Ubaldo Nieto señala que, si estas donaciones proceden de particulares o instituciones privadas, no se puede saber si exceden el límite legal. "Al ser anónimas, no podemos conocer si es el mismo donante el que las ha dado varias veces sorteando el límite de la donación", arguye Felipe García Ortiz, consejero de fiscalización.
Anasagasti, diputado del PNV, explica lo arraigada que está en el País Vasco la cultura del donante anónimo. "Hay gente que no quiere que se entere su mujer. Piden el anonimato. Que tu mano izquierda no se entere de lo que hace la derecha". ¿Influye la extorsión etarra en este clima? "No tanto como se piensa. Ningún empresario quiere que se le vincule con un partido político. Uno que tiene una panadería quiere trabajar con todos."
Moreda, el gerente del PSOE, asegura que el 90% de sus donantes no quiere que se descubra su nombre, y Torrent, el responsable de finanzas de Convergència, reconoce que el anonimato es clave para recaudar. Un ex contable de un partido nacional va más lejos y revela una práctica habitual de algunos gerentes. Se resume en una frase: "Dámelo como donativo ordinario y así garantizamos tu anonimato. Además, si me lo das como campaña, me lo descuenta el Gobierno".
Francisco Fernández Marugán, ex responsable de finanzas del PSOE, destaca que ahora, si alguien se acerca desde los negocios a un partido, tiene dos posibilidades: "Que le admitan su dinero en A o en B. Como la ley permite ambas, el empresario prefiere el B. Y si le dices que con una maleta, prefiere una maleta. En nuestra democracia está consolidada la cultura de la maleta. ¿Cómo se sale de ahí? No lo sé".
Las servidumbres
¿Qué servidumbres generan los donativos anónimos o nominales en los partidos políticos? Salvo Anasagasti, que reconoce la existencia de donantes interesados en su partido, los contables consultados los presentan como generosos y desinteresados. "Es un dinero que no está condicionado. Si el donante pide algo a cambio, no se acepta. No es loco quien pide, sino quien da, dice el refrán. Nosotros no vendemos financiación, por favor", asegura Torrent, el responsable de Convergència. "Frente al vicio de pedir está la virtud de no dar. No aceptamos donativos finalistas. Otra cosa es que nuestras propuestas de programa coincidan con sus intereses", añade Isaac, de Unió.
Enrique Díez, ex jefe de finanzas de IU, la coalición que menos donativos recibió en 2001 (94.382 euros), no piensa igual y asegura que "cuando se donan millones se puede crear una dependencia. Sobre todo, si se concentran en varias personas; y si éstas se mueven en el terreno inmobiliario, peor".
Nadie, salvo los gerentes de los partidos, que sí conocen la identidad de muchos de sus donantes anónimos, sabe si detrás de estos benefactores se esconden constructores o promotores. Tampoco si hay empresas relacionadas con la Administración que donan en anónimo para sortear la ley que impide la donación de empresas públicas o vinculadas con el Gobierno estatal o local. En 1994 una comisión parlamentaria logró un principio de acuerdo entre PP y PSOE para una nueva ley de financiación. Martínez Pujalte (PP), recuerda un dato relevante: "Acordamos que no hubiera donativos anónimos y que se prohibieran los de constructores, proveedores o cualquier otro relacionado con la Administración. Los nacionalistas vascos y catalanes se opusieron y la ley no salió adelante". Su versión la avala Marugán.
Anasagasti reconoce que pedir dinero es una costumbre en su partido. "Tenemos más de cien años de existencia y hay tradición de pasar la boina y de que la gente se rasque el bolsillo. Hemos sido sablistas por naturaleza. Las dificultades del exilio tienen que ver con esa tradición". El diputado del PNV añade que el sistema no es tan malo como denuncia el Tribunal de Cuentas. "Una delegación de senadores norteamericanos que visitó Euskadi nos dijo que no sabíamos la suerte que teníamos, porque los lobbies [grupos de presión] en EE UU son un desastre y ellos se sienten muy condicionados".
Para el Círculo de Economía, foro de debate catalán que agrupa a 1.500 empresarios bajo la presidencia de Antoni Brufau, el actual sistema de financiación "incentiva prácticas de financiación ilegal que corrompen la vida pública". Entre sus propuestas destaca la de otorgar ventajas fiscales para los donantes. "Una de las pegas para recaudar es que ahora no desgrava", reconoce el gerente del PSOE.
Anasagasti asegura que "no hay economía que aguante este ritmo electoral", y señala que la ausencia de debate en los medios de comunicación provoca que los partidos inviertan en costosas campañas. "Y a mí, ¿quién me paga esto?, nos dice el contable del partido". Pese a que la ley de financiación contempla las subvenciones públicas- 165 millones de euros en 2001-, el nivel de endeudamiento de algunos partidos es inquietante. El PSOE y el PSC suman una deuda de 55 millones de euros; el PNV, 19; CiU, 14; IU, 9, y el PP, sólo 8. La deuda vencida con la banca alcanza los 37 millones.
¿Tras los casos Filesa, en el PSOE, y Sóller, en el PP, hay financiación ilegal en los partidos? Varios miembros de la Fiscalía Anticorrupción consultados sospechan que sí, sobre todo en el ámbito de la financiación de las corporaciones locales, un terreno de arenas movedizas sobre el que el Tribunal de Cuentas arroja críticas. "Sólo puedo hablar de los casos con sentencia en los tribunales. Lo demás no lo conozco", dice Martínez Pujalte. "La financiación ilegal sería un suicidio. No hace falta llegar a esas cosas", asegura el responsable de finanzas de UDC.
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