Zapatero asegura que se siente "cómodo" con la última resolución de la ONU sobre Irak

El líder de los socialistas, José Luis Rodríguez Zapatero, aseguró ayer en el pleno del Congreso que se siente "cómodo" con la resolución 1.511 del Consejo de Seguridad de la ONU, la última sobre el conflicto de Irak, en la que se legitima, por unanimidad, la actuación que están desarrollando las fuerzas ocupantes. Zapatero garantizó al presidente del Gobierno, José María Aznar, apoyo para defender un mayor peso español en la Unión Europea y criticó la doctrina del "ataque anticipatorio" expuesta por Aznar en la Escuela Superior de las Fuerzas Armadas el pasado lunes.

El pleno extraordinario sobre el Consejo Europeo de Bruselas de los pasados días 16 y 17, además de desarrollarse con extraordinarias medidas de seguridad en la calle -quedó cortada al tráfico rodado y a los peatones buena parte de la Carrera de San Jerónimo-, tuvo desviaciones muy amplias hacia asuntos bien distintos de la cumbre de Bruselas.

Zapatero dio seguridades de apoyo al Gobierno en su pretensión de que no varíe el acuerdo adoptado en la cumbre de Niza sobre el peso de los distintos países a la hora de tomar decisiones en la UE -acuerdo amenazado por la propuesta de Constitución europea-, aunque expresó su preocupación por el hecho de que España esté "lejos" de los países que forman "el núcleo central de la Constitución europea".

Pero enseguida el líder socialista dejó el guión de la cumbre europea y afeó a Aznar la propuesta de "ataque anticipatorio" frente a riegos terroristas que planteó el pasado lunes en la Escuela Superior de las Fuerzas Armadas. "No se engañe, guerra preventiva y ataque anticipatorio es lo mismo", aseguró Zapatero, y "repugna" a las posiciones que ha mantenido Europa.

Aznar le replicó que su teoría se dirige exclusivamente a la amenaza terrorista, aseguró que está tomada de una decisión de la Cumbre de la OTAN de noviembre de 2002 y dijo que sigue el informe sobre seguridad europea que ha redactado Javier Solana, comisionado para la política exterior y de seguridad de la UE.

Zapatero se adentró de inmediato en la guerra de Irak. Afirmó -y le siguieron luego el portavoz de CiU, Xavier Trias, y el de IU, Gaspar Llamazares- que la última resolución de la ONU sobre Irak no legitima la agresión a aquel país. El líder socialista se siente "cómodo" con la posición de la ONU pese a que hubiera querido "más coraje y más compromiso con el papel de Naciones Unidas". Para responder a la repetida acusación de Aznar de que en este asunto sólo sabe salir en manifestación, detrás de la pancarta, Zapatero quiso aclarar que su protesta era legítima y que su "pancarta" encaja con la resolución 1.511.

Aznar replicó que si a Zapatero "le hace ilusión pensar" que la resolución se adoptó por unanimidad para salvar a los países participantes en la ocupación es que "no se entera de lo que pasa por el mundo". Además, ironizó, la resolución 1.511 "muy bien no les ha venido" a los que se opusieron a la guerra.