Los límites del erotismo y su fuerza creadora cierran los Premis Octubre

Fiel a su condición los Premis Octubre ofrecieron ayer, en su recta final, un poco de todo. Los escritores Miquel de Palol, Isabel Clara-Simó, Empar Moliner y Maria de la Pau Janer debatieron sobre los límites de la representación del erotismo y coincidieron en destacar su fuerza creadora en el arte en general. En otro escenario, el prestigioso físico americano Martin Gutzwiller afirmó que la sociedad sobrevalora el papel de los científicos.

"No se ha desmostrado que los científicos sean capaces de cambiar el mundo, que es lo que espera de nosotros", manifestó por la mañana el físico, uno de los máximos representantes de la Teoría del Caos. En consecuencia, sostuvo que el papel que la sociedad asigna a los científicos está "sobrevalorado".

Ya metido de lleno en su conferencia, titulada Quo vadis, física?, Gutzwiller señaló que desde finales de la Segunda Guerra Mundial la física se ha ido expandiendo, paralelamente a la creación de la bomba atómica, y la "escandalosa" producción y proliferación de armas nucleares durante la Guerra Fría. Un siglo XX que, en cualquier caso, ha impulsado a la física hasta una posición preeminente con respecto al resto de ciencias, lo que había estado buscando a los largo de los siglos. No en vano, la física "representa actualmente los fundamentos de todas las demás ciencias", añadió el experto, ganador del Premio Max Plank, en la clausura del IX Congrés de Pensament, dedicado a las relaciones entre ciencia y sociedad.

Por la tarde, no se habló de física en la clausura del XVI Encontre d'Escriptors, pero sí hubo química entre los participantes en la mesa redonda Erotismo en la novela y el público, a tenor de las carcajadas, algunas nerviosas, que se escucharon. Por ejemplo, cuando Empar Moliner explicó las diferencias entre la masturbación americana y la europea a instancias del también escritor David Castillo. Cuestión de técnicas.

El tono desenfadado fue predominante y hubo incluso algún espectador que relató las escenas cinematográficas que más, "que más me calientan", dijo al fin, cuando no encontraba otras palabras más políticamente correctas. Hablaba sobre todo de la importancia de la imaginación.

De hecho, resultó curiosa y significativa las múltiples referencias al cine que hubo entre los ponentes y el público, cuando la mesa redonda moderada por Xulio Ricardo Trigo aludía a la literatura. Cine y literatura, mostrar y sugerir, erotismo y pornografía... binomios que suelen salir a colación cuando se trata la cuestión. Así pasó ayer.

Para Empar Moliner no hay distinción entre erotismo y pornografía y lo demostró relatando cómo en el Festival de Cine Erótico de Barcelona descubrió que en el lenguaje de signos de los sordos ambos términos se representan de la misma manera. Propuso una clasificación de los mejores pasajes eróticos de la literatura que incluiría uno de El amante de Lady Chatterley.

Miquel de Palol definió el erotismo como una fuente de inspiración, un contenedor de la sensualidad, el arte, la salud, la literatura; también de las costumbres, de la cosmética, de los cinco sentidos. Dijo que en la literatura, la frontera entre erotismo y pornografía es borrosa y fácil de traspasar, mientras que en el cine están muy legislada. Y acabó preguntándose por qué no se aplica peyorativamente el término pornográfico a otros órdenes de la vida, como la política, más adecuados.

También Isabel Clara-Simó habló de la potencia creadora del erotismo, que es la esencia del arte. "La literatura es humor y dolor y el erotismo es las dos cosas", añadió antes de contar con humor el corte que hizo TV-3 de una película para televisión basada en un guión suyo en el que se veía el sexo masculino y los pechos femenino en una escena poética y tierna. La explicación que recibió cuando la escritora adujo que otras películas mostraban las censuradas partes fue que estas eran extranjeras.

Maria de la Pau Janer, que llegó tarde a causa del retraso de su vuelo, hizo una defensa de la sensualidad, al tiempo que rechazaba la "obviedad". En un tono que contrastó con el quizá más obvio de la ya avanzada mesa redonda, Janer puso el ejemplo, entre otros, del encuentro amoroso en el interior de un carruaje de Madame Bovary.

El resto de congresos sobre el franquismo y la represión y el de los los medios de comunicación, dedicado al espectáculo de la realidad, también se clausuraron ayer.