La plaza de toros de Las Arenas 'levitará' durante las obras de reforma
Un sistema de 400 gatos hidráulicos permitirá ganar una planta
Dentro de unos cinco meses, la plaza de toros de Las Arenas estará suspendida en el aire aupada por 400 gatos hidráulicos que ayudarán a sostener las 8.000 toneladas de sus 350 metros de fachada. Es un delicado proceso que tiene como objetivo construir una planta situada a nivel de calle que tendrá el aliciente, según el arquitecto británico Richard Rogers, de que permitirá el paso peatonal entre la Gran Via y el parque de l'Escorxador.
"La plaza fue levantada en 1898 y en aquel momento no había calles a su alrededor. Unos 20 años más tarde se construyeron las calles en un nivel más bajo para evitar que los tranvías tuvieran que transitar con tanta pendiente. La plaza quedó cuatro metros por encima del nivel de la calle y ahora con este proyecto se va a producir un cambio en las proporciones del edificio, ya que construimos una planta baja a nivel de calle", explicó Luis Alonso, que, con el estudio que dirige junto con Sergi Balaguer, se ha asociado con el británico Richard Rogers para abrir oficina en Barcelona. "Durante bastantes meses la plaza estará levitando", añadió. "La fachada no tendrá ningún peso estructural en el nuevo edificio", aclara Richard Rogers. "Se está implantando un sistema de micropilotajes que soportará la fachada a través de unos gatos hidráulicos que equilibrarán la estabilidad del conjunto. Todo esto estará apoyado en una estructura metálica, un superandamio, que no se retirará casi hasta el último momento", añade Alonso, que indicó que pese al mal estado de conservación del edificio "no tiene por qué pasar nada" porque la fachada tiene 50 centímetros de grueso.
En estos momentos se han derruido ya los edificios anexos a la plaza y también las gradas interiores . "Y se ha empezado el trabajo de micropilotaje, que durará todavía unos cinco meses", indica Alonso. En 30 meses a partir de ahora está previsto que pueda inaugurarse el nuevo edificio, tras años de indecisión y polémicas sobre su uso. Será una centro de ocio con comercios, un gran centro termal y deportivo -más grande que Caldea en Andorra y que tendrá un sistema de acceso por horas, según indicó Alonso-, un aparcamiento para 1.250 plazas de coche y 650 de motociletas, una planta dedicada a restaurantes en la última planta, que dispondrá de un mirador de 330 metros de recorrido acristalado, un gran espacio multiuso que permite organizar actuaciones para unas 2.000 personas y, posiblemente, una bolera y un centro para el entretenimiento infantil que aún están por determinar. Todo el conjunto estará cubierto por una cúpula de 85 metros de diámetro recubierta de zinc que se construye de una sola pieza y contará con enormes lucernarios que dotarán de luz a todo el edificio.
Alonso indicó que se está negociando con el Ayuntamiento de Barcelona la posibilidad de que desde el metro haya un acceso directo al centro de ocio desde una torre lateral que se construye en la esquina de Gran Via con Tarragona, y aseguró que confiaban en que el complejo recibirá unos siete millones de visitantes al año."Es el mismo número de visitantes que el Pompidou", apuntó Rogers, que diseñó este famoso edificio junto con Renzo Piano. "Aunque el tipo de usos es diferente, ya que aquí hay mucha diversidad". Para Rogers, lo más destacable del proyecto es que conecta de forma peatonal la plaza de España con el parque de l'Escorxador. El edificio lo promueven el grupo Sacresa, del Grupo Sanahuja, la familia Lara y la constructora ACS, con un presupuesto de 100 millones de euros.
El arquitecto británico aboga por una "arquitectura legible". Por eso, tanto en Las Arenas como en el hotel Hesperia, que también ha empezado a alzarse en L'Hospitalet, junto a la Gran Via, apuesta por dejar a la vista parte de la estructura que sostiene el edificio. Esto quedará patente especialmente en el caso del hotel, cuyos elementos más significativos serán un gran atrio acristalado de unos 55.000 metros cúbicos y un restaurante a 105 metros de altura, que, indica Alonso, "tendrá una visión de 28 kilómetros de radio".
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