La Cámara pide una clasificación de calidad para el turismo rural
El turismo rural valenciano ha disparado su oferta -de 35 alojamientos en 1996 se pasó a 483 en 2002- y ese año fue el único tipo de turismo que creció. Pese a ello, carece de clasificación según su calidad, lo que convierte esta oferta en una elección a ciegas en muchos casos. Ayer, la Cámara de Comercio de Valencia acordó pedir al Consell que cambie la regulación autonómica y establezca una clasificación "lógica y clara" de los distintos alojamientos rurales. La Cámara también propone ampliar la capacidad máxima de estos alojamientos, de 12 plazas a 16, para aumentar su rentabilidad.
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