Telefonía casera a través de la electricidad

En los pasados dos años se ha hablado mucho de la comunicación inalámbrica de distintos tipos de aparatos para evitar pasar por las paredes los cables correspondientes en el interior de oficinas o de viviendas. Es lo que hacen, por ejemplo, los teléfonos inalámbricos digitales o las redes sin hilos Wi-Fi o IEEE 802.11b/g.

Últimamente están apareciendo en el mercado distintos dispositivos que aprovechan las redes de enchufes que existen en todas las viviendas y consiguen la misma finalidad que las redes inalámbricas: conectar dos aparatos sin tirar un cable entre ellos. Las redes de ordenador, de teléfono y de electricidad están formadas por dos o más cables que están compuestos de multitud de hilos de cobre; sólo es cuestión, por tanto, de codificar las distintas señales de datos para que puedan pasar por los mismos hilos de electricidad sin que se interfieran entre sí.

La idea no es nueva y desde hace años existen varios protocolos y aparatos que permiten esta comunicación, sobre todo para aplicaciones de iluminación, seguridad, acondicionamiento de aire o cierre de persianas. El protocolo más en boga ahora para aprovechar la red de enchufes es el PLC (de Power Line Communication), denominación que no tiene nada que ver con la iniciativa de las compañías eléctricas del mismo nombre de Internet de banda ancha ni con un autómata programable.

La empresa One for All vende una pareja de dispositivos que permite conectar un teléfono adicional en el otro extremo de la casa u oficina a través de la red eléctrica. Para ello se enchufa la unidad base a la corriente y el cable al teléfono del que se quiere un supletorio. La otra unidad también se enchufa a la corriente, y en su cable de salida ya se tiene conexión telefónica para otro teléfono, fax...

Existen aparatos similares, como los que venden las empresas Ovislink y Duotec, que en vez de aprovechar el cable eléctrico para hilo telefónico lo hacen para cable de red, el llamado también cable Ethernet o Categoría 5.