El BBVA responsabiliza a la protección comercial de la mayor inflación
Sólo tres cadenas copan casi el 50% de la distribución en Cataluña
El Banco Bilbao Vizcaya Argentaria (BBVA) responsabilizó ayer al proteccionismo que impera en Cataluña sobre el sector de la distribución comercial del diferencial de la inflación catalana con relación al conjunto de España, así como de frenar la creación de empleo en el sector servicios. El consejero de Comercio, Turismo y Consumo de la Generalitat, Pere Esteve, insistió ayer en defender el modelo comercial catalán, pese a la última advertencia de Bruselas por su regulación, al afirmar que la normativa "respeta la legalidad europea" y asegura el futuro de un sector "abierto y equilibrado".
La revista del servicio de estudios del BBVA sobre la situación de la economía catalana, presentada ayer, culpa a las "restricciones" en el sector de la distribución, como la "reducción de los horarios de apertura y un aumento de las dificultades para la implantación" no sólo de un impacto "negativo" sobre el empleo en el sector, que el banco cifra en alrededor del 2,5%, sino de parte de la ineficiencia de la economía catalana, que redunda en una "pérdida acumulada de competitividad"
El estudio de la entidad financiera señala que la persistencia en el mantenimiento del diferencial entre la inflación catalana (3,9%) y la del conjunto de España (3,5%) , por las "restricciones" en el sector de la distribución comercial, "dificulta el mantenimiento de la moderación salarial y, por tanto, el "mantenimiento de los márgenes de la industria", que requiere mayor volumen de inversión, en opinión del servicio de estudios del BBVA.
Sólo tres empresas copan casi el 50% de la distribución comercial en Cataluña, "una concentración similar a la de otras comunidades autónomas, como Madrid y la Comunidad Valenciana". El consejero de Comercio, Turismo y Consumo del Gobierno catalán, Pere Esteve, reiteró así su defensa del marco normativo catalán ante las advertencias de Bruselas sobre las restricciones que impone la ley catalana de los híper. Lejos de promover un cambio de legislación -que la Comisión Europea exigirá si el Gobierno central no da argumentos en contra-, Esteve aseguró que la ley catalana "posibilita una realidad comercial abierta y equilibrada, por lo que la Generalitat mantendrá una línea similar en el futuro".
Junto al proyecto de ley que fija un máximo de ocho festivos de puertas abiertas y 72 horas de apertura semanales -que se votará en el Parlament el próximo otoño-, el Ejecutivo catalán ha establecido una moratoria en la concesión de licencias a hipermercados. Esta medida impide a los ayuntamientos dar luz verde a la apertura de nuevos híper hasta finales de 2005. Las cadenas de hipermercados, además, deben hacer frente al pago de una tasa anual en Cataluña.
Para el consejero catalán, el equilibrio del modelo comercial se demuestra por el hecho de que sólo 4 de las 10 mayores empresas de distribución en la comunidad son catalanas. "La mayor cadena en Cataluña [Carrefour] es francesa, mientras que en Estados Unidos es norteamericana; en Francia, francesa, y en el País Vasco, vasca", dijo a título de ejemplo en la presentación del Libro Blanco sobre la concentración empresarial en el sector de la distribución en Cataluña.
Sin embargo, el consejero no escondió que los hipermercados siguen perdiendo cuota de mercado en Cataluña, en detrimento de los supermercados, el formato comercial más favorecido por la legislación vigente en la comunidad. La cuota de mercado de los súper creció el 10% en 2002, mientras que la de los híper se redujo algo más del 1%.
Marca blanca
Carrefour (23,3%), Caprabo (14,9%) y Condis (7,7%) copan más del 46% de la distribución, y las 10 primeras cadenas, más de un 85%, según los datos de 2002. Los productos de marca blanca concentran ya casi una cuarta parte de las ventas en Cataluña.
Crecimiento del 2,4%
El servicio de estudios del BBVA prevé que la economía catalana crecerá en 2004 el 2,4%, según explicó ayer Pep Ruiz, responsable de estudios regionales y sectoriales del servicio. Ruiz destacó que la desaceleración acaecida en 2003, cuando el producto interior bruto catalán (PIB) creció el 2,1%, "muestra síntomas claros de haber tocado fondo". Este año el crecimiento se verá impulsado por el sector exterior y por la recuperación de la inversión en bienes de equipo, tras tres años de vacas flacas.
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