Maragall justifica la entrada de Sala en la ejecutiva del PSC porque "ya ha pagado su deuda

El presidente de la Generalitat, Pasqual Maragall, volvió ayer a justificar la entrada de Josep Maria Sala en la ejecutiva del Partit dels Socialistes (PSC) pese a haber cumplido una condena de dos años de cárcel por el caso Filesa, de financiación irregular del PSOE. Maragall, en una entrevista emitida por Barcelona Televisió, aseguró: "Se incorpora [a la ejecutiva] una persona que ha dedicado buena parte de su vida al PSC, y la sociedad tiene que entender que este ciudadano ha pagado su deuda".

"¿Desde cuándo una condena que ya ha sido pagada inhabilita para el futuro? Esto sería terrible desde el punto de vista jurídico y para todo", afirmó el líder de los socialistas catalanes para rebatir las voces críticas a este nombramiento.

Josep Maria Sala fue condenado en octubre de 1997 por el Tribunal Supremo a dos años de prisión por un delito de asociación ilícita y a un año por un delito de falsedad documental, así como a seis años de inhabilitación, que expiraron el diciembre pasado. El Tribunal Constitucional rebajó la pena de tres a dos años de cárcel. Sala sólo llegó a cumplir menos de un mes en el centro penitenciario de Can Brians.

En el décimo congreso del PSC, celebrado el pasado fin de semana, Josep Maria Sala fue nombrado miembro de la ejecutiva como responsable de formación del partido. En las votaciones, obtuvo el 81,7% de apoyo y fue recibido con una gran ovación por parte del millar de compromisarios socialistas.

En el programa de televisión, Pasqual Maragall repasó los ocho meses de gobierno del tripartito, al que otorgó una puntuación de nueve puntos, tres más de los que le dieron los ciudadanos catalanes en un reciente sondeo. "Es la primera gran experiencia en España de un gobierno de coalición, porque tenemos una democracia joven", justificó. Al Gobierno presidido por José Luis Rodríguez Zapatero, Maragall le dio ocho puntos. "El cambio propuesto por Zapatero se ha visualizado más que el del Gobierno de la Generalitat porque la distancia entre Zapatero y Aznar es más grande que la que hay entre el Gobierno anterior de CiU y el actual", añadió.

Sobre los cambios, que en su opinión, se tienen que ir produciendo en la política estatal, el presidente de la Generalitat consideró que "se tiene que acabar con el miedo absurdo de que las autonomías no se puedan relacionar entre ellas, sobre todo la catalana y la vasca".

Respecto a los ocho meses del tripartito, Maragall se mostró convencido de que el Gobierno catalán se "está consolidando" a pesar de que el "rodaje ha sido dramático". "No nos hemos de engañar, pero nos ha curtido", añadió.