Crosby y Nash, candidatos a presidentes de EE UU

George W. Bush, John Kerry y Ralph Nader tienen desde hace algunos días unos nuevos e insospechables competidores: David Crosby y Graham Nash. Los dos legendarios músicos, fundadores de la banda Crosby, Stills, Nash & Young, han anunciado su provocadora "candidatura conjunta a la presidencia" presentando su nuevo disco, el primero juntos después de 27 años. Como verdaderos aspirantes a la Casa Blanca recorren el país en todos sus rincones: 50 ciudades en tres meses. Pero, en lugar de comicios, ofrecen conciertos. Y si la candidatura no es en serio, muy serias son las críticas que los dos artistas lanzan hacia el Gobierno de Bush.

Crosby y Nash se suman a la airada reacción del mundo de la cultura estadounidense frente a la política de los republicanos con un disco ideológicamente duro, complejo y cargado de argumentos. El álbum -un doble intitulado, sencillamente, Crosby&Nash- retrata panoramas desolados, expresa rabia y rebelión. Desde la indignación de They want it all (lo quieren todo), un grito violento en contra de las escandalosas prácticas de compañías como Enron, hasta la denuncia de la total indiferencia del Gobierno de Bush respeto a la polución ambiental (Don't dig here), el disco suena como un manifiesto político.

A diferencia de otros artistas, Crosby y Nash han elegido una forma de militancia irónica. Se presentan como representantes del Party Party, el partido de la fiesta. Juegan con las palabras, refiriéndose a la Social Insecurity (Inseguridad Social) y a la Medicareless (Desatención Medica). Proclaman que gobernarán "a días alternos" y advierten: "Vota Crosby y Nash. Pero recuerda, no es la gente que vota la que cambia las cosas, es la gente que cuenta los votos la que las cambia". A los que contribuyan a la causa con más de 200.000 dólares, les prometen "una noche en el cuarto de dormir de Abraham Lincoln y... créditos gratis". A pesar de la diferencia en las formas, la sustancia es la misma: apoyo a Kerry y profundo deseo de salir de la pesadilla neocon.

En la gira, los dos están respaldados también por Stephen Stills, el tercer miembro originario de la banda, a la que luego se añadió el canadiense Neil Young. El álbum, y la gira, al margen de su valor político, constituyen un acontecimiento incluso desde el simple punto de vista musical. Las canciones -20, todas editadas por primera vez- fueron compuestas y grabadas en Los Ángeles en los primeros meses del 2004, y muestran la evolución artística de una de las parejas de compositores más inspiradas de la historia del rock.

Crosby y Nash se conocieron en casa de Joni Mitchell -Crosby fue el productor del primer disco de la cantante- en 1968. Stills también estaba allí. El año siguiente los tres ganaron el Premio Grammy como mejores nuevos artistas y fueron invitados a tocar en el festival de Woodstock. Su trayectoria continuó creciendo impresionantemente en los años setenta, hasta ser admitidos en la Rock and Roll Hall of Fame en el 1991. En medio, experiencias musicales como solistas, exposiciones fotograficas (Graham Nash, recogida en el libro Eye to eye) y, en el caso de Neil Young, incluso aventuras cinematográficas: su largometraje Greendale acaba de ser lanzado en DVD.

Vuelven entonces Crosby y Nash. Y a pesar del tiempo que pasa la energía y la rabia permanecen intactas. El tiempo no ha cambiado a estos dos creadores, como no ha cambiado las injusticias que los inspiran. Allí están ellos, sus palabras, su música y su espíritu crítico. Si se presentaran de verdad a las elecciones, seguro que encontrarían gente dispuesta a votarles. Pero ¡cuidado!, ya saben quiénes son los que cambian las cosas en este mundo.