El futuro pasa por dos gestores del pasado
Villar y su ex 'número dos' Gerardo González se disputan hoy, junto a Losada, la presidencia
El fútbol español tiene hoy una cita con las urnas: elige a su presidente para los cuatro próximos años. Por primera vez, desde hace 12 años, cuenta con más de una alternativa. En las tres elecciones anteriores: 1992,1996 y 2000, Ángel María Villar, de 54 años, no concedió opción alguna al ser candidato único. Ahora, Villar -que rechazó una entrevista con EL PAÍS- también aspira a la reelección, a un quinto mandato, pero debe competir con otros dos candidatos: Gerardo González Otero, de 47 años, al que destituyó como su secretario general en enero de 2003 por "perdida de confianza", y Sebastián Losada, 37 años, ex futbolista del Real Madrid, Espanyol, Atlético, Sevilla y Celta.
La elección depende del destino de los votos de 179 de los 180 miembros de la asamblea -Villar no puede votar-. La asamblea será válidamente constituida cuando en la sede de la Ciudad del Fútbol, en Las Rozas, estén presentes como mínimo la mitad más uno, es decir, 91 asambleístas. Éstos serán llamados por orden alfabético para emitir su voto "mediante sufragio libre, directo, igual y secreto", según fija el reglamento electoral. Cada asambleísta podrá votar a un sólo candidato y de forma presencial, ya que no se admite el sufragio por correo ni la delegación del voto.
El escrutinio se realizará a continuación. Será elegido presidente el candidato que obtenga la mayoría absoluta, la mitad más uno de los votos. Si ninguno de los tres candidatos alcanza ese porcentaje en la primera vuelta, se realiza una nueva votación por mayoría simple entre los dos aspirantes con mayo número de votos.
En este asegundo caso, si se produjera un empate, la asamblea se suspende por un espacio de tiempo no inferior a una hora ni superior a tres. Se llevaría a cabo una última votación, también por mayoría simple. Si persistiese el empate, éste se dilucidará por sorteo.
Ángel María Villar es, de los 32 presidentes que ha tenido la federación, el que más tiempo lleva en el cargo: 16 años, casi la mitad del que le sigue, Pablo Porta, con nueve. Villar fue elegido el 29 de julio de 1988 al obtener 216 votos por 182 de su contrincante: Eduardo Herrera, presidente entonces y ahora de la federación andaluza. Desde entonces fue candidato único en los sucesivos comicios.
"Las peleas barriobajeras ya se han acabado en el fútbol". Así recibió el entonces secretario de Estado para el Deporte, Javier Gómez Navarro, la elección de Villar, abogado y ex jugador del Athletic durante 11 temporadas. El aire nuevo con el que llegó Villar se ha ido viciando con el paso del tiempo hasta llegar el pasado año a la imputación en un juzgado de Madrid, de cuatro hombres de su confianza, sus más estrechos colaboradores, por supuesto uso incorrecto de los fondos de la federación. Se trata de los vicepresidentes Juan Padrón y Juan Espino, el directivo Antonio Borrás y el administrador de la federación, José María Castillón. Todos ellos siguen al lado de Villar, salvo Juan Espino, que dimitió en febrero pasado.
Villar sí ha sabido rentabilizar su puesto a nivel internacional, tanto en cargos como en ingresos por dietas. Es vicepresidente de la FIFA y de la UEFA, funciones que comparte con la presidencia y como directivo de numerosas comisiones de dichos organismos. El propio Villar ha asegurado en más de una ocasión que anualmente pasa tantos días en España como fuera de ella debido a dichos cargos.
Los ingresos propios de la federación durante su mandato han pasado de 12 millones a 80 millones de euros, en la mayoría de los casos a través de contratos negociados con Gerardo González como secretario general de la federación.
Villar llega hoy a la cita de las urnas con la sombra de múltiples conflictos. En el ámbito judicial, el juzgado de instrucción número 47 de Madrid, además de tratar el supuesto uso incorrecto de fondos federativos por cuatro directivos, ha solicitado los ingresos de Villar por su cargos en la FIFA y en la UEFA. La Fiscalía Anticorrupción ha intervenido en el caso y el Comité Español de Disciplina Deportiva abrió un expediente a la federación, en suspenso hasta que decida el juzgado. Por este motivo el CSD tiene congelada la subvención a la federación desde octubre de 2003. La Ciudad del Fútbol, por otro lado, peligra después de que el Tribunal Superior de Justicia de Madrid haya anulado la cesión de sus terrenos por parte del Ayuntamiento de Las Rozas a la federación, que se ha gastado 48 millones de euros en su construcción. La Liga Profesional, por otra parte, denunció su convenio con la Federación, por el que le aportaba cuatro millones de euros anuales, y no ha sido renovado.
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