Alter-cola
En referencia al artículo de Empar Moliner del 22 de enero en el que recoge el boicoteo a la Coca-cola que realizamos en nuestro bar-restaurante, quisiera manifestar que nuestro propósito es conseguir que no se olvide la guerra injusta de Irak, el asesinato de personas inocentes y el exterminio del pueblo Palestino, de forma que al tomar una copa en un lugar de diversión, sin amargarse, se recuerde esta situación.
Ahora bien, lo que nunca hubiésemos podido sospechar es que eso sirviera para rellenar un folio en blanco. Comparar una farmacia con un bar, o el conflicto de Irak, con el de Leche Pascual o el del cava me parece poco riguroso. Aconsejaría a Empar Moliner que para consumir Coca-cola auténtica y poder invitar a solteros estupendos vaya al Hard Rock Café, donde encontrará un territorio ideológico más próximo al suyo.
Respecto a la Coca-cola, Euro-cola, Mecca-cola y Alter-cola, la primera la descartamos por lo simbólico, la tercera, por ser agnósticos y, la verdad, estaríamos encantados de promocionar la última, de origen catalán, pero ni su distribución ni su competitividad nos lo permiten.
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