El Banco de Italia promueve una oferta por la BNL que cierre el paso al BBVA

El Banco de Italia permanecía movilizado ayer, tras un fin de semana de reuniones, para organizar la defensa de la italianidad de la Banca Nazionale del Lavoro, sexto banco del país, frente a la oferta del español BBVA. El objetivo del gobernador, Antonio Fazio, se centraba en conseguir que una o varias entidades asumieran el papel de caballero blanco y presentaran una oferta alternativa a la del banco español (6.426 millones de euros por el 85% del BNL). El banco Monte dei Paschi di Siena fue el primero en declararse pronto a la batalla, aunque después adoptó una posición más prudente.

Como muestra de esa prudencia, el banco Monte dei Paschi di Siena anunció que sólo tomaría una decisión cuando "el contorno del escenario" estuviera más claro. Los movimientos del Banco de Italia eran discretos, sin constancia pública ni escrita. Fazio trataba de evitar un nuevo bufido de la Comisión Europea, que había expresado varias veces en los últimos meses su descontento por el proteccionismo que blinda al sistema bancario italiano.

El Banco de Italia ya había impedido anteriormente que el BBVA adquiriera más de su actual 15% en la BNL, y ayer mismo recibió una advertencia desde Bruselas. No parecía probable que el Banco de Italia se negara a aceptar la OPA del BBVA. La estrategia de Fazio era indirecta y pasaba por fomentar una "alternativa italiana" a la oferta española.

El sábado y el domingo se celebraron numerosas reuniones y llamadas en la sede del Banco de Italia, en la Via Nazionale de Roma. El primer resultado fue la irrupción en escena del banco Monte dei Pasqui di Siena. El Monte, que posee el 4,4% del BNL, se declaró el domingo dispuesto a intervenir "en salvaguardia de sus propios intereses y de su función en la evolución del sistema bancario nacional", aunque tras esa nota emitió otra en la que matizaba su disponibilidad para ejercer como "brazo armado" de Fazio y anunciaba que no tomaría decisiones sobre posibles OPA alternativas hasta que fuera formal y bien conocida la oferta del BBVA.

Pacto y contrapacto

Para organizar la "defensa de los intereses nacionales", el banco Monte debería coordinarse con el grupo de constructores que lidera el llamado "contrapacto" dentro del accionariado de la BNL, en oposición al pacto de sindicación que une a BBVA con la aseguradora Generali y con el empresario Diego della Valle. El "pacto" apoya al actual equipo gestor, mientras los constructores, que tienen sus acciones inmovilizadas como garantía de préstamos, sostienen que la cúpula de la BNL no es lo bastante dinámica y no genera un aumento suficiente del valor bursátil. Ayer, en cualquier caso, las acciones de la BNL subieron un 5%, endureciendo las condiciones de la batalla.

La OPA española obligó a posicionarse a los partidos políticos. El más radical en su rechazo fue, como de costumbre, la Liga Norte, un partido con rasgos ultraderechistas. Roberto Maroni, ministro del Welfare (Bienestar Social) y alto dirigente de la Liga Norte, declaró que sería "justo" que la Banca de Italia frenara al BBVA. Los democristianos, centristas, señalaron por el contrario que debía darse la bienvenida a la banca extranjera. En la izquierda, se proclamaba el principio del libre mercado y se mostraba un apoyo tácito a la iniciativa del BBVA, pero con cautela: si el banco Monte de Siena fuera a la guerra contra el BBVA, los Demócratas de Izquierda (ex comunistas) se verían posiblemente obligados a respaldarlo. En España, fuentes del BBVA señalaron que la suya es "en estos momentos, la única oferta por la BNL que hay sobre la mesa y se ha hecho con criterios de absoluta transparencia".