El 25% de las casas afectadas por obras municipales no ha sido inspeccionado, según denuncia IU

Hace poco más de un mes, el alcalde, Alberto Ruiz-Gallardón, presentó el Centro de Seguridad y Control de Obras e Infraestructuras Municipales (Secoim) y aseguró que los 1.022 edificios potencialmente afectados por las 18 grandes obras que acomete el Ayuntamiento -principalmente, la reforma de la M-30- estaban ya bajo control y habían pasado las "inspecciones previas de su estado de conservación y de la tipología de sus estructuras y cimentaciones". Ayer, la portavoz de IU, Inés Sabanés, aseguró ante la Comisión de Urbanismo que, según los datos de la propia concejalía, casi 300 de esos edificios aún no han sido inspeccionados.

"Eso significa que más de la cuarta parte de los edificios con riesgo potencial no han pasado todavía el primer control, mientras las obras prosiguen", protestó Sabanés, quien advirtió, además, de que "las inspecciones que sí se están llevando a cabo son simplemente visuales y se limitan a elementos comunes y fachadas", no a la cimentación como dijo en su día el alcalde.

José María Ortega, director general de Gestión de Infraestructuras, admitió que una parte de esos 1.022 edificios -que no cuantificó- no ha sido visitada aún por los técnicos de Urbanismo, pero lo explicó diciendo que las inspecciones serán "progresivas", como las obras. "Hay zonas en las que los trabajos aún no han comenzado, como en el bypass sur o el tramo de la M-30 junto al Manzanares, y por tanto las inspecciones se pueden haber retrasado un poco en estos puntos", afirmó Ortega.

El Secoim -integrado por los responsables de la Dirección de Obras del Ayuntamiento y por un equipo técnico formado por 15 ingenieros de caminos, de obras públicas y geólogos- tiene el compromiso de fichar todos los edificios con riesgo potencial de resultar dañados por las obras en el subsuelo y analizar sus características. No sólo para prevenir posibles problemas sino para que, si una vez concluida la obra los vecinos perciben grietas o destrozos en muros o cimientos, puedan reclamar al Ayuntamiento, que comprobará que los daños no existían previamente.