Ercros asegura que no cerrará instalaciones por la adquisición de Aragonesas

La nueva Ercros, que tras la compra del negocio químico de Uralita (Aragonesas) ha multiplicado por 2,5 veces su capital y su facturación, ha nombrado a un comité de integración de ambas compañías para que diseñe "cómo reorganizar y hacer encajar las distintas áreas de la empresa" y para "analizar también los negocios que se solapan" con la fusión.

El grupo centra las "duplicidades" en el negocio de la química básica, que supone un 48% de los ingresos agregados correspondientes a 2004 (517 millones de euros). La compañía aseguró ayer, sin embargo, que "no está previsto cerrar ninguna fábrica a resultas de estas duplicidades" y que la plantilla agregada (1.922 personas) "está bien dimensionada".

Los sindicatos han expresado sus temores por las consecuencias de las coincidencias en la producción (caso del cloro, el hipoclorito o la sosa cáustica), y fuentes de una de las entidades financieras que han inyectado capital (126 millones) a Ercros para que pudiera comprar Aragonesas auguraron en privado la necesidad de cerrar "algún centro" de los 14 que el grupo tiene ahora en España.

El presidente de la empresa, Antoni Zabalza, ha visitado en las últimas semanas la mayoría de las plantas para conocer la situación y "tranquilizar" a la plantilla, con el argumento de que la aplicación de los productos que se solapan es distinta. Ercros y Aragonesas realizaron ajustes de plantilla antes de aliarse.

La compañía asegura desconocer si el inversor Javier Tallada es su primer accionista. Tallada ha dicho públicamente que ha comprado un 5% del capital (si llegara al 5% debería informar al regulador) y que controla un 10%. Oficialmente, los únicos accionistas de referencia son Grupo Torras (4,98% de capital, tras acudir parcialmente a la ampliación de capital) y la sociedad Mesa Redonda, vinculada a Javier de la Rosa (2,6%).