El curso comienza con 54 nuevas escuelas bilingües públicas en la región
Casi 2.000 alumnos pasaron su primer día de clase en aulas prefabricadas
El curso escolar arrancó ayer con 80 colegios (de los más de 1.100 de la región) impartiendo la enseñanza en español e inglés. Esta cifra (54 nuevos centros) supone triplicar el número de centros educativos bilingües con respecto al año pasado, que fueron 26. Las previsiones del Gobierno regional pasan por que al final de la legislatura serán 110 los colegios que impartirán las clases en ambos idiomas.
Pero el arranque del curso tuvo también su lado negativo: casi 2.000 alumnos (ninguno de la capital) comenzaron sus clases en aulas prefabricadas, lo que desató las críticas de padres, oposición y sindicatos. Alumnos de localidades como Valdemoro o Batres pasaron su primer día de clase en barracones.
La polémica política la puso la presidenta del Gobierno regional, Esperanza Aguirre, con sus declaraciones durante la inauguración del curso escolar en un colegio de Villaverde. La presidenta hizo un ataque directo a la reforma educativa del Gobierno central, que prevé, según la interpretación del PP, eliminar el mínimo de enseñanzas comunes para todas las autonomías que contenía la norma anterior. "Es muy posible que si no hay un tronco básico de enseñanza, no haya en absoluto un sistema educativo nacional", criticó Aguirre. La presidenta arremetió también contra los partidos nacionalistas, a los que acusó de educar en el sectarismo, y exigió al presidente del Gobierno, José Luis Rodriguez Zapatero, "un pacto educativo nacional".
El artículo de la polémica es el número 6 de la Ley Orgánica de Educación (LOE). Su texto dice que las enseñanzas comunes, aquellas que fija el Gobierno central, "no requerirán más" del 55% de los horarios escolares para las comunidades autónomas que tengan lengua cooficial, ni del 65% para aquellas que no la tengan. El PP interpreta la expresión "no requerirá más" como que el máximo de enseñanzas comunes en todas las comunidades autónomas será del 55%, sin que quede fijado ningún límite mínimo.
Al margen de la disputa política, un millón de estudiantes de enseñanza no universitaria empezaron ayer sus clases. El 58% está en centros públicos; el 25%, en concertados, y el 16%, en privados.
Esperanza Aguirre eligió el colegio público El Espinillo (Villaverde) para inaugurar el curso. El motivo: sus alumnos sacaron las mejores notas de un centro público de la capital en el examen que realizaron el pasado 10 de mayo todos los alumnos de sexto de primaria. La presidenta paseó por sus aulas y recibió como regalo un trabajo que los alumnos del centro han realizado sobre El Quijote.
A la inauguración del curso escolar en Villaverde se presentó parte de la plana mayor del PP en Madrid: Ana Botella, concejal de Empleo y Servicios al Ciudadano; Luis Peral, consejero de Educación, y Antonio Beteta, portavoz del PP en la Asamblea. Todos arroparon las declaraciones de Aguirre en contra de la reforma educativa que prevé la nueva Ley Orgánica de Educación del Gobierno central y que cuenta con el rechazo del PP.
Aguirre puso como ejemplo a seguir su modo de comportarse cuando ella fue ministra de Educación. Entonces -aseguró ante un auditorio formado por profesores y padres de alumnos- aplicó la LOGSE
[la ley educativa socialista vigente entonces] "de la mejor manera posible". "No estaba de acuerdo con algunos de sus aspectos, pero creía que era imprescindible que me ocupara de mejorar la calidad de la enseñanza", señaló. Luego, afirmó comprender a los padres que están hartos de que la educación sea motivo "de confrontación entre los políticos".
Centros concertados
La presidenta regional apoyó en su discurso a la enseñanza pública, pero también lanzó un capote a los centros concertados al apelar a "la libertad de elección de los padres para escoger un tipo de colegio u otro". Este curso, el Gobierno regional ha construido 32 nuevos centros públicos (27 de educación infantil y primaria) y 12 concertados, según los datos ofrecidos ayer por Aguirre.
En el comienzo de curso, PSOE, IU, los sindicatos CC OO y UGT y la Federación de Padres Giner de los Ríos coincidieron en resaltar los mismos problemas: colegios masificados, falta de plazas en educación infantil y centros que aún, con el curso ya empezado, continúan en obras, sobre todo en los nuevos barrios de la capital. Para el portavoz socialista en Educación, Adolfo Navarro, es "inaudito" que "en el nuevo colegio de Carabanchel hayan juntado en el mismo grupo a niños de distintas edades". El secretario general del PSOE, Rafael Simancas, propuso por su parte dedicar entre 30 y 36 millones de euros anuales para hacer progresivamente gratuitos los libros de texto para niños de 6 a 16 años.
UGT cifró en 120.000 el número de niños de hasta tres años que "no obtendrán ningún tipo de cobertura, total o parcial, por parte de la Administración regional". Jorge García, portavoz de IU, fue más comedido en sus cifras y rebajó hasta "20.000 familias" las que se han quedado sin plaza pública en educación infantil. En la guerra de cifras sobre los pequeños que se han quedado sin plaza, Ana Botella, concejal de Empleo y Servicios al Ciudadano, aportó otro dato. "Al final de la legislatura actual habrá 4.000 plazas de cero a tres años gestionadas por el Ayuntamiento".
Para Francisco García, secretario general de CC OO en Educación, lo más llamativo de este comienzo de curso ha sido la masificación de las aulas y la falta de plazas públicas en infantil y en formación profesional.
La Federación de Padres Giner de los Ríos también esgrimió sus quejas. "El inicio de curso comienza para muchos alumnos de la escuela pública en malas condiciones: centros inacabados, aulas transitorias. Hay un mal futuro para la escuela pública ahora que, encima, el Gobierno regional se dedica a subvencionar centros privados con dinero de todos los madrileños", concluyó Mercedes Díaz, presidenta de la Giner de los Ríos.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.